martes, 28 de octubre de 2014

México: protestas y cartas contra el poder

Intelectuales hacen oír su dolor en todo el mundo por la desaparición de 43 estudiantes

 Aparición con vida. Como en otras épocas, en México piden por la vida de los estudiantes secuestrados por policías y narcotraficantes./revista Ñ
La comunidad de Iguala se moviliza por los estudiantes desaparecidos sin ningún desaliento./revista Ñ


"Todo el país será una fosa común”, dolorida e impotente la cuentista y novelista mexicana Ana García Bergua dijo lo que nadie quería oír ni saber. Lo que se teme. Esa desazón recorre México y no sólo lastima dentro de sus bordes sino que va clavando aguijones en muchos rincones del mundo donde se comparte esta desgracia. A lo lejos, pero se comparte. Y así fue también que los círculos de intelectuales y de académicos de toda América y también de Europa firman declaraciones, mandan cartas y publican sus opiniones para que la desaparición de los 43 estudiantes de magisterio en el estado de Guerrero no quede en el olvido. Para que los gobiernos sepan que a esas fosas también pueden ir ellos. El país entero.
“Me parece absolutamente vergonzoso y de una grosería inaceptable poner todas esas fotografías con las caras de los muchachos como si fueran delincuentes. Los andan buscando hasta por debajo de los camiones. Cuando en realidad los mataron. Lo más obvio es que van a aparecer en una fosa”, decía con un enojo triste la escritora Margo Glantz al Diario de Cohauila.
El sábado pasado, el estadounidense Noam Chomsky fue entrevistado públicamente en la feria del Libro de El Zócalo de Ciudad de México por Paco Ignacio Taibo II y Fabrizio Mejía Madrid. Ante la situación que vive el país, el lingüista dijo: “hay un cómplice en estos problemas que tiene México. Ese cómplice son los Estados Unidos. En tanto que la mayor parte del consumo de la droga que se produce o que pasa por el país termina en Estados Unidos, al mismo tiempo lo que Estados Unidos da a cambio a México son las armas con las que el pueblo mexicano se está matando entre sí. Estados Unidos tiene una gran responsabilidad. Si a eso le aunamos las políticas suicidas que los gobernantes mexicanos están ejerciendo y las reformas suicidas que están realizando los gobernantes mexicanos nos encontramos frente a un enorme problema.
Está circulando por la web una carta que se puede firmar en http://ayotzinapasomostodos.wordpress.com/ Desde la Comunidad Académica Internacional de más de 60 países y 500 universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil, y con el apoyo hasta ahora de más de 7.500 personas –cifra en aumento constante– se envía esta carta urgente y abierta para que la noticia se sepa y no quede nadie indiferente. Además de Chomsky también adhieren Judith Butler y Elena Poniatowska y se suman las firmas de Laura Malosetti Costa, Eduardo Buscaglia, Andrea Giunta, Francine Masiello, Gabriela Polit, Rita Laura Segato y Gareth Williams, entre muchos otros. Los que firman exigen la “renuncia inmediata” del gobernador de Guerrero, Angel Aguirre Rivero, de su procurador Iñaki Blanco Cabrera y de todos los policías y miembros del Ejército que hayan sabido, encubierto o participado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Y señalan que la realidad que México ha mostrado al mundo es decepcionante: “El caso de Iguala, sumado a muchos otros sucesos en los últimos meses, ha dejado claro que no se puede hablar ya de criminales comunes sino de la criminalidad de representantes del gobierno tanto local como estatal y federal, que por acción u omisión permitieron que esto ocurriera y ahora no parecen hacer lo necesario para resolverlo y restaurar la confianza en ese mismo gobierno”.
El escritor de Culiacán Elmer Mendoza argumenta, enérgico, ante el Diario de Cohauila: “A los responsables, encabezados por el presidente Enrique Peña Nieto, les digo que esto no puede ocurrir. Si aspiramos a ser un país civilizado, que tenga leyes respetables, no pueden pasar estas cosas”, dice el autor especialista en lo que se dado en llamar la narcoliteratura y autor de El misterio de la orquídea calavera . “No podemos permitir que asesinen a nuestros estudiantes, a nuestra juventud, porque estamos rompiendo cadenas y eso no es justo, no es normal y tampoco es humano. Tenemos que conseguir ser otro país, un país donde los sueños sean posibles”, concluyó Elmer.
“México se ha convertido en una tumba sin nombre donde caen todas las víctimas y los desaparecidos”, concluye la carta que firman Elena Poniatowska, Juan Villoro, Gael García, Paco Ignacio Taibo II, John Ackerman, Liliana Felipe, Dolores Heredia, entre otras personalidades que suman una larga lista y que se publicó el miércoles en el diario La Jornada. En las principales ciudades del mundo hubo manifestaciones de reclamos al gobierno mexicano y de solidaridad con los desaparecidos y sus familias. En la embajada de México en Buenos Aires, unas 200 personas se solidarizaron con los normalistas al grito de: “¡Aparición con vida de los 43 compañeros!”. Los gritos rebotaban en las puertas de la sede diplomática.
La semana pasada en la revista Ñ la antropóloga Rossana Reguillo publicó una nota bajo el título “Otra vez se toca el fondo de un horror que despelleja”, concluía con dolor y bronca: “Seguimos acumulando muertes. Sí, hemos venido tocando fondo muchas veces, pero Ayotzinapa desnuda sin clemencia, la relación descompuesta, podrida, vergonzosa entre los distintos poderes propietarios: estado, gobierno, poder económico, partidos, fuerzas de seguridad”.