El Festival de Novela de Madrid, Getafe Negro, reúne a los más destacados autores del género. Bajo el lema de Cosecha Negra debaten sobre la actualidad de relato policial
Desde hace algunas ediciones, el Festival de Novela de Madrid reúne
en el Instituto Cervantes a algunos de los más destacados autores del
género a lo largo del último año, que bajo el lema de Cosecha Negra
debaten sobre la actualidad de relato policial. En esta ocasión han sido
dos las convocatorias. El primer acercamiento se celebró el pasado
jueves en la Biblioteca Pública Central. Allí, Miguel Sáez Carral, la argentina Solange Camaüer, Pere Cervantes y Fernando Rueda, moderados por Paco Gómez Escribano, conversaron sobre la presencia del género en la cultura, la política y la sociedad.
Una
segunda mesa, ya en la sede del Cervantes, volvió a convocar ayer a
Camaüer, ganadora el pasado mes de julio con 'Sabiduría elemental'
(Edaf) del Ciudad de Getafe de Novela Negra. Junto a ella estuvieron Mikel Santiago, cuya 'La última noche en Tremore Beach' (Ediciones B) presentada a comienzos del verano ya va por la sexta edición; Carlos Salem -'Un Jamón calibre 45' (RBA)- y Clara Peñalver,
creadora de la serie protagonizada por la detective Ada Levy. Su nueva
entrega, 'El juego de los cementerios' (Random House), también se
encuentra entre los grandes éxitos de la temporada. Esperanza Moreno, editora de Edaf, actuó de moderadora.
En opinión de Camaüer, estas ficciones gozan de su enorme éxito entre
los lectores de todo el mundo "porque en ellas hay una búsqueda de la
justicia que falta en la sociedad. La agresividad social se trasmite a
través de los relatos policiales y produce cierto alivio que algo se
resuelva, que la verdad se descubra al final".
Salem ve en la novela negra "la novela política actual porque narra
el momento que estamos viviendo". Aunque ya lleva muchos años afincado
en España y es aquí donde ha publicado sus relatos criminales, no ha
perdido el contacto con el género en su Argentina natal. Según explicó,
allí sería inconcebible que un policía protagonizase una investigación. "En Argentina, la realidad ha sido una novela negra durante mucho tiempo y la policía está muy contaminada por la corrupción".
Cabría por tanto imaginarle más próximo al modelo escandinavo, donde
es frecuente que el investigador no sea un policía. Pero le resulta
agotado. En términos semejantes se expresó Peñalver. A su juicio, los
lectores autóctonos "están dando una oportunidad a los autores españoles
y empezándoles a comprender. Ya empiezan a cansarse de los escritores
suecos, que tienen muy pocas bandas emocionales, al igual que se
cansaron en su día del modelo americano, donde impera la razón".
Sin embargo, Mikel Santiago se reconoce más próximo a los modelos
cinematográficos y televisivos. 'La última noche en Tremore Beach', que
en breve será publicada en Francia, Japón y Estados Unidos y conocerá
una adaptación al cine, es el resultado de su pasión por Irlanda. "Me
enamoré del país cuando viví allí y quise hacer una novela irlandesa.
Aunque, probablemente, los lectores irlandeses digan que no lo es",
bromeó.
De lo que no cabe duda es de que se trata de una de las pocas
propuestas de los últimos tiempos trufada por la fantasía. Quizás por
eso la crítica le ha comparado a los grandes de la novela de intriga -Stephen King, Jöel Dicker o John Connolly-
antes que con los cultivadores de la novela negra propiamente dicha. En
cualquier caso, ha sido una de las grandes sorpresas de la temporada.