Arrancó en enero de 2013 y ya estuvo en Buenos Aires, en el Sur y en Chile: tiene prevista una antología para 2016
Explorador. Buenos Aires fue el puntapié inicial de una búsqueda por toda la región latinoamericana. / Silvana Boemo./revista Ñ |
Todo comenzó en 2010, cuando el escritor, cronista y poeta
colombiano Eduardo Bechara Navratilova conversaba con un amigo cordobés
sobre el poco reconocimiento que tienen los artistas, y los poetas en
particular. “Pensamos que sería hermoso viajar por Latinoamérica
buscando poetas”, dice Bechara.
En 2012, la quijotesca empresa se
hizo realidad, y con financiamiento privado Bechara armó la valija y
tomó un avión: fue el primer paso del proyecto En busca de poetas, cuyo objetivo es recorrer la región para elaborar una antología de poesía latinoamericana inédita. Todo un plan.
Su
primer destino, en enero de 2013, fue Buenos Aires, y el recorrido
pensado va de Ushuaia hasta Caracas, parando en pueblos y ciudades
elegidas de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Venezuela,
Perú, Ecuador y Colombia. “Empecé por contactar a conocidos poetas y
ellos me llevaron a los inéditos”, cuenta Bechara.
En su llegada a
Buenos Aires, lo recibió el poeta colombiano, residente acá, Fredy
Yezzed, quien lo llevó a la poeta porteña Viviana Abnur, que lo contactó
con otros reconocidos poetas del Sur, que lo acercaron a los inéditos:
conoció a Anahí Lazzaroni en Ushuaia; en Río Grande conoció a Nini
Bernadello y a Alejandro Pinto, que lo llevó a Priscila Vallone y a
Lucas Tobalda; en Comodoro Rivadavia, la poeta Tany Mellado lo condujo a
los inéditos Natalia Salvador, Pablo Soto y Silvina López. Conoció
también a Maritza Kuzanovic, con quien pasó una tarde “analizando el
zig-zag necesario para recorrer la Patagonia”, cuenta Bechara. En
Bariloche, conoció a todo un “jardín de poetas” que crece en torno a la
reconocida Graciela Cross. Y en Puerto Madryn conoció a María Florencia
Álvarez, otra inédita y además dueña de una editorial autogestionada,
que le dio libros de autores a los que ella había publicado en
cuadernitos. De vuelta en Buenos Aires, conoció a Fernando Noy que,
consultado por Clarín sobre el proyecto, aseguró que él también
le envió a Bechara sus poemas y alabó su iniciativa al decir que “su
curiosidad de entomólogo es digna de aplausos”. “Este proyecto es la
concreción de un sueño de todos, el de redescubrir seres que, aún
olvidados, vuelvan a la mágica posibilidad de ser leídos”, reflexiona
Noy.
De la Patagonia, Bechara saltó a Chile para recorrer ese
país del sur al centro, y ahora está de nuevo en Buenos Aires. Este mes
irá a Uruguay y después volverá a recorrer el centro argentino en busca
de más versos inéditos. “Debo de haberme reunido con 800 poetas”, cuenta
Bechara, que tiene previsto terminar su proyecto en 2016.
El
colombiano afirma que “la poesía está muy viva en el Sur argentino”, y
cuando se le pregunta qué tiene de singular la poesía patagónica, dice
que “está llena del aullido del viento, de llanuras, que es una poesía
introspectiva marcada por un fuerte sentimiento de aislamiento y
lejanía”. Y añade: “Hoy hay movimientos que pretenden denunciar lo que
fue la Conquista del Desierto, las matanzas de los pueblos indígenas
están muy presentes en estos poetas, es una poesía muy social”.
Sorprendido
por la gran cantidad de poetas publicados pero desconocidos que
encontró, Bechara hizo de su proyecto algo aún más ambicioso: reunirá
otra antología, con textos de los poetas ya editados que se cruzó en su
recorrido.
Habla Bechara de “poesía latinoamericana”, dice que
existe, que hay temas comunes, “temáticas sociales, la pobreza, el
hambre, hay un grito desesperanzado para que alguien haga algo y eso se
repite en toda la región”.
Al final del viaje, habrá un premio
para uno de los poetas, el que elija un jurado de autores consagrados,
entre los que está Noy. ¿Qué ganará? La publicación de su libro. No debe
ser fácil elegir uno, pero como dice Bechara, “todos los concursos son
arbitrarios”.