sábado, 9 de febrero de 2013

Dos escritores y una coincidencia: "Nunca votes por esos hijos de malas madres"

Fernando Vallejo y William Ospina, dos grandes narradores colombianos de la literatura latinoamericana, llegaron en el marco de Colombia Cultural, un intercambio entre Bogotá y Buenos Aires que incluye música, teatro, fotografía y cine

UNIDOS POR EL ARTE. Vallejo y Ospina comparten la literatura y el amor a ciertos ritmos./Germán García Adrasti./Revista Ñ
Todo empieza en tono de broma y el intercambio inicial entre estos dos grandes narradores de la literatura latinoamericana, los colombianos Fernando Vallejo y William Ospina, exhibe enorme afecto y respeto. Vallejo dice a Clarín que está escribiendo “un libro loco” y Ospina da forma “a una novela cuyo germen está en Buenos Aires hace dos años”. Ambos llegaron a nuestra ciudad en el marco de “Colombia Cultural”, un intercambio entre Bogotá y Buenos Aires que incluye música, teatro, fotografía y cine. Hoy harán un diálogo público en la Casa de la Cultura.
–¿Cómo nace la afinidad entre dos personas tan diferentes?
-Fernando Vallejo
: primero, porque somos colombianos; luego, porque nos gusta la misma música: la ranchera, los tangos, la milonga, los porros, los pasodobles, los chachachá, los merecumbé, los valsecitos….discrepamos con los pasillos y los bambucos porque a mí no me gusta la música andina.
William Ospina (a Vallejo): ¿Pero a ti no te gusta “ Nuestro Juramento ”(pasillo)? ¡Pues ahí tienes! Fernando y yo somos amigos hace 30 años y nuestra amistad comenzó por razones literarias. Cuando leí El mensajero siempre me pregunté quién era el autor. Tiempo después nos conocimos oyendo música, desde entonces ha sido una amistad muy grata y sus libros han estado alimentándola.
-¿Qué pesa más a la hora de escribir? ¿El pasado, el presente, lo vivido, lo no vivido?
-FV: A mí me pesa el que pueda molestar más. Todos los días cambio. Algún presidente, alguna presidenta, algún tirano, algún cura, algún Papa y si no, Dios, ese es tema permanente.
-WO: Yo vivo haciendo la pregunta sobre el pasado porque quiero saber de dónde salimos. Además como Colombia es un país sin memoria, parece siempre estar flotando en el vacío. Entonces a mí me hace falta interrogar el pasado para crear alguna ilusión de realidad.
-La literatura y la cultura han constituido un puente de cohesión a nivel latinoamericano. ¿Esta tradición se mantiene o se ha fragmentado?
-WO: La literatura latinoamericana nunca fue una sola, sino que se influían los unos a los otros. Rubén Darío influía a Alfonso Reyes, Reyes a Borges, y Borges a García Márquez… Ahora estamos más abiertos al mundo, ya no pertenecemos a una sola tradición, a lo que se escribe en español, sino que leemos a autores de todo el mundo. Eso puede crear inicialmente la sensación de una fragmentación por su diversidad, pero puede producir sus frutos a la larga.
-FV: En Colombia se ha leído siempre literatura de todas partes. Como género nada es más profundo que la novela. Es a través de la novela, el gran género, que se puede expresar lo que tengamos que decir.
-WO: Del periodismo han salido a veces grandes escritores. Pero para lograr grandes obras literarias tienen que escapar a la cobertura de la realidad. Aún manteniendo el respeto por los hechos, lo más importante es la elaboración que se haga con la lengua. La ambición tiene que ser literaria.
-A juzgar por la expansión del narcotráfico, el crecimiento del crimen organizado en los países de la región, ¿no tiene América latina cierto destino trágico?
-FV
: El crimen organizado es la política. Los políticos son delincuentes. Los partidos políticos son mafias y esto que llaman democracia es el poder de las mafias, repartiéndose el botín de los puestos públicos y de los dineros públicos. Los políticos, sea que enarbolen las banderas del proletariado de izquierda o de la libre empresa de derecha, son hampones. Vea lo que pasa en España, le echaron a todos el cuento de que eran muy decentes, pero al final resultaron ser gentuza.
WO: Esto es de una aridez creciente. Es la era del desierto que crece. No siempre la política fue tan antisocial. Hubo un tiempo en que la política servía para expresar sueños e ideales. Siempre hubo tiranías, guerras, pero ahora sí siento en forma creciente la pérdida del sentido del honor, la avidez de la riqueza que ha tergiversado el papel de la política. Hoy es muy difícil encontrar a gente que se mete en política por ideales. Había gente que salía pobre de la presidencia.
FV: Salían pobres dejando el país en el derrumbe.
-A partir de la mirada de Vallejo sobre los 10 mandamientos, ¿piensan que habría que adecuarlos a estos tiempos?
-FV: Sí, los tenemos que reinventar porque son atrocidades. El primero sería: no te reproduzcas, no tienes derecho, nadie te lo dio. El segundo: respeta a los animales, no los atropelles, no los mates, no te metas en su vida. Y el tercero: nunca votes por esos hijos de sus malas madres. -WO: Yo coincido con los dos últimos. El de respetar a los animales y la naturaleza son fundamentales. No comparto el primero porque a mí me encanta la humanidad.