En el extraordinario blog que tiene sobre Gabriel García Márquez, Fernando Jaramillo reproduce un artículo de Ignacio Ramonet sobre nuestro Nobel
Gabriel García Márquez, autor colombiano de Cien años de soledad./facebook |
Díganme si
esta anécdota que cuenta el director de Le Monde Diplomatique no es oro en polvo narrativo:
Yo volvía de
Cartagena de Indias, suntuosa ciudad colonial colombiana; había divisado
su casona tras las murallas y había hablado con él al respecto. Me
preguntó: “¿Sabes cómo adquirí esa casa?”. Ni idea. “Desde muy joven
quise vivir en Cartagena –me contó–. Y cuando tuve el dinero, me puse a
buscar una casa allí. Pero siempre era demasiado caro. Un amigo abogado
me explicó: ‘Creen que eres millonario y te aumentan el precio. Déjame
buscar por ti’. Unas semanas después, encuentra la casa, que en ese
entonces era una vieja imprenta casi en ruinas. Habla con el
propietario, un ciego, y entre ambos acuerdan un precio. Pero el anciano
pone una exigencia: quiere conocer al comprador. Viene mi amigo y me
dice: ‘Tenemos que ir a verlo, pero no debes hablar. Si no, en cuanto
reconozca tu voz, triplicará el precio… Él es ciego, tu serás mudo’.
Llega el día del encuentro. El ciego empieza a hacerme preguntas. Le
respondo con una pronunciación indescifrable… Pero, en un momento,
cometo la imprudencia de responder con un sonoro: ‘Sí’. ‘¡Ah! –salta el
anciano–, conozco esa voz. ¡Usted es Gabriel García Márquez!’. Me había
desenmascarado… Enseguida agrega: ‘Vamos a tener que revisar el precio.
Ahora, la cosa es diferente’. Mi amigo intenta negociar. Pero el ciego
repite: ‘No. No puede ser el mismo precio. De ninguna manera’. ‘Bueno,
¿cuánto, entonces?’ –le preguntamos, resignados–. El anciano reflexiona
un instante y dice: ‘La mitad’. No entendíamos nada… Entonces, nos
explica: ‘Ustedes saben que tengo una imprenta. ¿De qué creen que viví
hasta ahora? ¡Imprimiendo ediciones piratas de las novelas de García
Márquez!’”.