Ahora no solo se trata de evitar el exterminio de la humanidad, sino de seguirle los pasos a Dante. El autor estadounidense Dan Brown acaba de lanzar su nuevo libro Inferno. Presentamos una guía para comprenderlo
Dan Brown sostiene su Inferno/semana.com |
Dan Brown está de regreso. El estadounidense es uno de los autores de
novelas de misterio más exitosos de la historia. Sus libros Ángeles y demonios, El código Da Vinci y El símbolo perdido han vendido 200 millones de ejemplares y han sido traducidos a más de 50 idiomas. También han llegado al
cine, con Tom Hanks como Robert Langdon, un profesor de Harvard, que se enfrenta a misterios, conspiraciones internacionales, sectas asesinas, ciudades majestuosas y a mujeres despampanantes que lo ayudan a resolver los enigmas.
cine, con Tom Hanks como Robert Langdon, un profesor de Harvard, que se enfrenta a misterios, conspiraciones internacionales, sectas asesinas, ciudades majestuosas y a mujeres despampanantes que lo ayudan a resolver los enigmas.
La nueva novela de Brown, Inferno, apareció hace pocos días y
promete convertirse en un best seller. La historia comienza cuando
Langdon despierta en una clínica y no puede recordar los últimos días.
Cuando sale, se encuentra en medio de una balacera que no entiende. Y
tras encontrar un extraño objeto que evoca una obra artística, comprende
su misión: nada menos que evitar el exterminio de la humanidad. El
libro recuerda a la Divina Comedia de Dante Alighieri, un poema épico
que lleva a los lectores, entre otras cosas, por los nueve círculos del
Infierno. Semana presenta una guía de nueve pasos para comprender este
otro Infierno: el de Dan Brown.
1) Florencia
Langdon
despierta en un hospital de esta ciudad. Cuna del Renacimiento, antiguo
hogar de los Medici, banqueros y mecenas, Florencia es para muchos la
más bella ciudad de Italia y el centro de gran parte de la novela.
Langdon y su acompañante –la doctora Sienna Brooks– escapan de sicarios
por el Jardín de Bóboli, el Palazzo Vecchio, el Baptisterio de San Juan y
muchas otras atracciones florentinas.
2) Dante
El
último recuerdo de Langdon se remonta a dos días antes de despertar.
Caminaba hacia una conferencia por el campus de Harvard, en Estados
Unidos. ¿Qué diablos hace en Florencia? ¿Y por qué quieren matarlo?
Descubrirá las razones al advertir que el misterio tiene mucho que ver
con uno de los más célebres hijos de la ciudad italiana: Dante
Alighieri.
3) Divina Comedia
Esta
obra del primer gran poeta de la lengua italiana es la base de Inferno.
Escrita entre 1307 y 1321, narra un viaje que comienza en el Reino de
la Oscuridad –donde viven las almas condenadas a sufrir eternamente–,
pasa por el Purgatorio y culmina en el Paraíso. El poema es una alegoría
de la travesía del alma humana para llegar a Dios.
4) Símbolos
La
Divina Comedia tiene un doble papel. Le sirve al villano, el
multimillonario Bertrand Zobrist, preocupado por la sobrepoblación
mundial y obsesionado con Dante, para armar el enigma central. Y le es
útil también a Langdon para resolverlo, pues el profesor es capaz de
descifrar el significado esotérico de los símbolos del clásico de la
literatura.
5) Infierno
La
novela puede entenderse como el viaje de Langdon por los parajes
sobrenaturales de la Divina Comedia, particularmente por su primera y
más popular parte: el Infierno. El inicio de la trama cuenta el infierno
personal del profesor: náufrago en Florencia y desmemoriado, amenazado
por una punk homicida y luego por un ejército de mercenarios, acosado
por pesadillas plagadas de motivos dantescos –ríos de sangre con
cadáveres flotando– y dominadas por una mujer con cabellos de plata que
intenta comunicarle un mensaje. Y lo peor: no sabe qué tiene que ver
este lío con él.
6) El mapa de Botticelli
El
artefacto diminuto que Langdon halla al salir de la clínica le sirve
para comenzar a encontrar las pistas del misterio pues proyecta una
imagen espeluznante: el Mapa del Infierno del pintor Sandro Botticelli,
también de la Florencia renacentista. El ‘mapa’ ilustra los nueve
círculos del Infierno de Dante, donde los pecadores pagan sus culpas con
terribles castigos. Los embaucadores, por ejemplo, deben caminar
durante siglos con la cabeza mirando hacia atrás.
7) Pecados capitales
Los
círculos mortifican a quienes han cometido, entre otros, alguno de los
siete pecados capitales: avaricia, envidia, gula, ira, lujuria, pereza y
soberbia. Al final del recorrido, en el centro, aguarda un Satanás de
tres cabezas y tres bocas que mastican eternamente a tres eminentes
pecadores. El villano ha modificado la obra de Botticelli para ocultar
un mensaje secreto: los pecados conforman una clave que abre las puertas
hacia otros acertijos. Y como en Botticelli, al final está el mayor
castigo: la “gran obra” de Zobrist, que, para no estropear el suspenso,
es mejor no nombrar.
8) La sombra
Como
Dante Alighieri, Langdon quiere salir del infierno en que se encuentra.
Pero no solo el protagonista recuerda a otras figuras de la Divina
Comedia. En el prólogo de Inferno aparece un personaje lúgubre que se
hace llamar La Sombra, cuya sorpresiva identidad es revelada solo más
tarde en la trama. Se dice portadora de un terrible regalo que, a la
vez, será la salvación del mundo. La referencia dantesca es clara: las
“sombras” son habitantes del Infierno, almas en pena atrapadas entre la
vida y la muerte.
9) Virgilio y Beatriz
En
la Divina Comedia Dante tiene dos guías: el poeta Virgilio, que lo
orienta por el Infierno y el Purgatorio, y Beatriz, la amada muerta del
florentino, que lo guía por el Paraíso. En Inferno, dos mujeres guían a
Langdon: la dama de cabellos plateados, quien aunque se le aparece en
los sueños resulta ser real, y Sienna, con quien el profesor Atraviesa
su propio infierno. Ésta porta un secreto, del cual Langdon se enterará
demasiado tarde...
Los críticos afilan sus garras
La
relación de Dan Brown con los críticos no es buena, e Inferno da tela
para protestas. Un ataque le apunta a su “prosa terrible”. Steve Poole,
de The Guardian, escribe irritado: “Una mujer poderosamente construida
desmonta sin esfuerzo su motocicleta”. Y critica que Brown se refiera a
marcas de productos “a fin de asegurar millones de dólares cuando su
novela sea filmada”.
Otros lo atacan por crear
escenarios inverosímiles: durante una persecución, el protagonista
reflexiona sobre la historia de un puente. Peter Conrad, de The
Observer, escribe: “Comparada con el cerebro de Brown, la Academia de
Hogwarts (de Harry Potter) es un lugar limpio”.
Le
reprochan que sus enigmas se resuelvan gracias a datos que el lector no
conoce. Según Alan Yuhas, nadie sabe de “la importancia de la ausencia
de una taza en una pintura”. Los meticulosos pierden los nervios a raíz
de los “errores históricos”: Brown llama “pintura” al Mapa del Infierno
de Botticelli, cuando se trata de un dibujo.
Brown
responde que en sus libros se trata de “subirse al tren”: quien esté
dispuesto, puede leerlos. “Quien no, quizá debería buscarse otro autor”.
A juzgar por las ventas de Inferno es claro que los lectores están del
lado de Brown.