Las consecuencias físicas y emocionales de la guerra de Irak según Philip Klay en la novela Redeployment se alzaron esta noche en Nueva York con el máximo galardón de literatura estadounidense, el National Book Award a la mejor obra de ficción
Philip Play, autor estadounidense de Redeployment, ganadora del National Book Award./lainformacion.com |
Redeployment, novela que cuenta sobre la guerra- una de tantas- en Irak. |
Precisamente, Klay, joven
neoyorquino nacido en 1983, reivindicó este género y aseguró en su
discurso que "existe un rigor en intentar convertir historias
emocionales en verdades emocionales".
También llamó a seguir
discutiendo las guerras recientes de Estados Unidos: "La guerra es
demasiado extraña para procesarla solo", dijo quien ha sorprendido con
este trabajo de profundidad inusitada para su edad..
El premio a
la mejor obra de no ficción recayó en Evan Osnos por "Age of Ambition:
Chasing Fortune, Truth and Faith in the New China". Este en ensayo
explora de manera minuciosa y audaz las complejidades, contradicciones y
al frenética transformación del gigante asiático, ese gran desconocido
tan presente para la sociedad occidental.
Osnos, británico de 37 años educado en
Harvard, es periodista y ha trabajado para el New Yorker, el Washington
Post y el Chicago Tribune y, como curiosidad, estuvo cubriendo la guerra
de Irak, la que propició el otro gran premio de la noche.
La
poesía, siempre menos publicitada pero no menos importante, tuvo como
ganadora a la veterana Louise Glück por "Faithful and Virtous Night",
nacida en Nueva York hace 71 años y que ya atesora el Pulitzer en esta
misma categoría.
"Estoy alucinada. Llorar toma tiempo, así que no lo voy a hacer", dijo sin despojarse de ese lirismo que le llevó al triunfo.
En
la literatura para jóvenes, fue la escritora afroamericana de
Ohio Jackie Woodson la galardonada, por su "Brown girl dreaming", que
dijo "amar el amor que hay en la literatura para jóvenes y niños".
Finalmente,
el premio honorífico a la aportación a las letras estadounidenses fue
para Ursula Le Guin, que resumió su carrera diciendo: "No quiero
sermonear. Quiero explorar".
La gala de los National Book Awards
tuvo lugar en el restaurante Cipriani, en el distrito financiero de
Nueva York, y contó con la presencia de personalidades como Neil Gaiman,
Daniel Handler o Robert Polito.