La leyenda urbana dice que se bautizó Chespirito con el sueño de ser tan grande como Shakespeare
El Chapulín Colorado, uno de los personajes icónicos de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito. /semana.com |
No es un chiste. Al contrario, cuando le preguntaban si de verdad era cierto, él excepcionalmente fruncía el ceño y respondía que era en serio: “Tengo el sueño de ser tan grande como William Shakespeare”. Con semejante propósito empezó en los escenarios. Si el inglés fue un dramaturgo, poeta, actor pues él también empezó a escribir, a declamar y a interpretar. Ser o no ser, esa era su cuestión. Y fue porque empezó a mirar hacia Latinoamérica, su continente colorido con expresiones llenas de sabor y de personajes cargados de inocencia: 'Chespirito', el 'Chavo del Ocho'… Captó la atención de todos por su tremenda sencillez en los diálogos y por la fuerza natural de sus personajes. Y creó un espejo divertido de la televisión que colonizaba desde Estados Unidos. Si allá tienen a 'Superman' entonces hay que buscar alter ego aquí. Así le dio vida a 'El Chapulín Colorado'. Y todos los niños empezaron a decir: “No contaban con mi astucia”. Entonces el comediante y escritor mexicano Roberto Gómez Bolaño atravesó las fronteras y se convirtió en pionero de la televisión en México. Con su talento ayudó a impulsar el imperio de Televisa. De 1972 a 1995, 'Chespirito' atrapó la atención de varias generaciones en ambos lados del Atlántico, con un solitario niño de vecindad que se escondía en un barril y con el primer superhéroe mexicano con su potente 'chipote chillón' y sus pastillas de ‘chiquitolina’. Entonces llegó al prime time. Se robó el corazón de todos los pequeños. Pero también de los grandes. Y entonces se volvió común que en los hogares todas las familias se sentarán a ver en la pantalla chica sus creaciones. Hasta cuatro generaciones lo disfrutaban con alegría. ¿Por qué? Porque como los grandes supo que para transcender hay que comunicar con sencillez. Eran otros tiempos. Eran la prehistoria de la pantalla chica, mucho antes de HBO y de Neflix. Y, sin embargo, hoy cuando ha muerto a los 85 años en su residencia en Cancún, Quintana Roo, millones sienten que cumplió su objetivo. Aquí, en este continente, al menos es más popular que Shakespeare.
Los momentos estelares de Chespirito
El comediante marcó la cultura popular de América Latina con sus famosos personajes
El famoso comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, fallecido este viernes,
se hizo rápidamente popular con El Chavo del 8. Ese niño que vivía en
un barril en una vecindad de México D. F. lo llevó a los televisores de
toda Latinoamérica, pero no fue su única creación. Estos son sus
personajes más populares y las frases que los hicieron famosos.
El Chapulín Colorado
El antihéroe mexicano es un hombre en mallas rojas con antenas de
saltamontes y un martillo de plástico. El Chapulín Colorado aparecía de
los sitios menos esperados cuando alguno de los personajes pronunciaba
la frase: "Y ahora, ¿quién podrá defenderme?".
Aunque enfrentaba a los villanos de una forma torpe, el peculiar héroe
hacía una distinción entre el bien y el mal. Cada vez que una
"brillante" idea se le ocurría pronunciaba frente a los espectadores:
"¡Síganme los buenos!".
El Chavo del 8
Este es el personaje más conocido de Roberto Gómez Bolaños en América
Latina. Un niño que vive en un barril de madera en una vecindad al que
todos llaman el Chavo pero de quien nunca se conoce ni su nombre, ni su origen. Legendarios son sus diálogos con Kiko,
uno de los habitantes del barrio, con quien tiene una relación de
complicidad. Una de sus frases más resonantes era su "eso, eso, eso",
cuando por fin lograba entender algo, que decía selañando con el dedo
índice en señal de aprobación.
Entre las peripecias del Chavo era común el regaño de algún adulto al
niño. Una escena que siempre terminaba en el peculiar llanto del
personaje: "Pipipipipi".
Chaparrón bonaparte
Un pequeño dramaturgo frustrado con su fornido compañero
Lucas siempre intentando demostrar que no están locos... haciendo
locuras. La marca de este par es ser excesivamente educados: “Gracias,
muchas gracias”, a lo que da como respuesta segura “No hay de queso,
nomás de papa”. Aunque a Chaparrón Bonaparte en todos los episodios le
da un ataque conocido como “la chripiorca”, donde el personaje no puede
dejar de levantar la pierna en repetidas ocasiones hasta que alguien lo
golpea.
Doctor Chapatín
La práctica de este médico de dudosa reputación es el tema de todos sus episodios. Un doctor mayor que siempre lleva una misteriosa bolsa de papel en la mano y que siempre tiene diagnósticos imposibles para sus pacientes. "¿Está insinuando usted que soy viejo?", decía cuando alguien dudaba de su autoridad. Y sujetando su bolsa de papel de cara a la cámara mencionaba: "Con solo pensarlo, ya me dio cosa".Chompiras y Botija
Una pareja de ladrones decide dejar de robar y conseguir un trabajo honrado. Los enredos de este par terminaban con una afirmación tan compleja como: "Para qué te digo que no, si sí".fuente:elpais.com, youtube.com