Cuando las similitudes entre las lenguas son claras, es posible reconstruir su origen común e incluso la lengua madre de la que derivan, mediante los métodos de la lingüística histórica
Mapa exhaustivo del origen de las lenguas./muhimu.es |
Esta imagen, elaborada por el blog Stand Still. Stay Silent,
representa de un modo visualmente muy atractivo las relaciones entre
las familias de lenguas del mundo partiendo desde el indoeuropeo y el
urálico. Cabe recordar que una familia de lenguas es un grupo de lenguas
con un origen histórico común y emparentadas filogenéticamente, es
decir, parecen derivar de una lengua más antigua o “lengua madre”.
Las familias se originan cuando una
lengua, denominada protolengua de la familia, da lugar a diferentes
lenguas por un proceso de diversificación dialectal. Las lenguas de una
familia usualmente son ininteligibles entre sí, aunque en la mayoría de
los casos conservan parecidos fonéticos y gramaticales. Cuando las
similitudes entre las lenguas son claras, es posible reconstruir su
origen común e incluso la lengua madre de la que derivan, mediante los
métodos de la lingüística histórica.
Esta imagen ayuda mucho a realizar tal
ejercicio. La compilación de lenguas que se observan en esta imagen
agrupan a alrededor de la mitad de la población mundial por número de
hablantes (esto es la suma de los hablantes de lenguas procedentes del
indoeuropeo y urálico). Bajo el nombre de lenguas indoeuropeas se conoce
a la mayor familia de lenguas del mundo en número de hablantes. La
familia indoeuropea, a la que pertenecen la mayoría de las lenguas de
Europa y Asia meridional, incluye más de 150 idiomas hablados por
alrededor de 3.200 millones de personas (aproximadamente un 45% de la
población mundial). De estas, unos 1.200 millones corresponden a
hablantes de las lenguas indoiranias y unos 950 a hablantes de las
lenguas románicas. A la familia indoeuropea le siguen en orden de
importancia las familias Sinotibetana, Austronesia y Afroasitática (no
representadas en la imagen).
A pesar de lo gráfica de la imagen se
perciben en ella algunos errores. No sería correcto dividir lenguas
indoeuropeas en indo-iranias por un lado y europeas por el otro (v.
isoglosa centum-satem). Además las lenguas romances deberían estar
agrupadas las galo-itálicas con las iberorromances, y no las primeras
con el grupo italo-dálmata, con quien sí debería estar unido este grupo
es con el (los) rumano(s). El corso, además, no guarda ninguna relación
filogenética con el sardo, sino que es una de las lenguas italianas.