Alonso Cueto, uno de los escritores hispanohablantes que se estudian en Australia, hizo hoy una emotiva defensa de la sonoridad y la universalidad del idioma castellano durante el VIII encuentro de profesores de español en Sídney
Alonso Cueto imparte clases de castellano en Australia:/lainformacion.com |
Cueto, ganador del premio Herralde 2005 por su novela "La hora azul",
subrayó que un profesor primero tiene que "enseñar a amar el español"
para poder lograr que sus alumnos hablen este idioma.
El español es la segunda lengua del mundo
en número de hablantes, comercio y estudiantes, además de la tercera en
internet, dijo el autor de "Cinco para las nueve y otros cuentos", obra
que forma parte del programa de enseñanza de español de las escuelas de idiomas en Australia.
"Tiene
expresiones y frases irrepetibles" y muchas de sus palabras se han
incorporado al inglés, el alemán y otras lenguas, comentó a Efe Cueto.
El
autor de "El susurro de la mujer ballena" opinó que el español es una
de las lenguas romances más parecidas al español antiguo y posee
"cualidades sonoras más bellas" gracias a las cinco vocales abiertas y
las "infinitas posibilidades que le dan sus palabras graves, esdrújulas y
agudas".
Cueto destacó las posibilidades que da el español para expresar ideas con "un lenguaje,
largo, interminable y florido" como es el caso del cubano José Lezama
Lima o "con uno preciso y lacónico" como los relatos del argentino Jorge Luis Borges.
"Muy
pocos idiomas expresan la universalidad de una manera tan completa como
el español" comentó Cueto al referirse a las diversas culturas, como la
indígena y negra, que se identifican con este idioma "cuya enseñanza
abre (al alumno) todas las puertas culturales, artísticas y mentales".
Al
dar las claves de la enseñanza en español ante medio centenar de
profesores encandilados con su discurso, Cueto, quien publicará una
nueva novela histórica en unos cinco meses, enfatizó que "enseñar un
idioma es enseñar un universo, una visión del mundo, de entender las
cosas".
Pero para el escritor y catedrático, el enseñar el español
requiere cualidades únicas como el tener un buen corazón, un profundo
conocimiento de los mecanismos del lenguaje y saber comunicarse.
Por otro lado, Cueto, quien pasó una parte de su infancia en Washington y París
y se reencontró a los siete años con la "potencia del español", recordó
a un maestro de la escuela que recitaba poemas mientras daba sus
clases.
"En el silencio que solo se escuchaba un susurro de abejas
que sonaban" recitó Cueto esta aliteración de Garcilado de la Vega para
después arremeter con "Verde que te quiero verde", un extracto del un
poema de Federico García Lorca, así como con los primeros párrafos de
"Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez, o "Conversación en la
catedral" de Mario Vargas Llosa.
Cueto reafirmó que los cuentos de hadas y la literatura
son importantes para la enseñanza del idioma español porque "simbolizan
las experiencias fundamentales en los alumnos" que se identifican en
los relatos porque siempre en el mundo habrán "hermanastras
desgraciadas" y personas que buscan atajos como "Caperucita".
Al
enseñar con cuentos de hadas, con la sonoridad y la sensualidad de la
palabra y con obras literarias claves escritas en español, el profesor
podrá enseñar a un alumno "hasta qué extremo ha llegado este idioma para
ofrecer esta música y estas posibilidades", acotó Cueto.
Durante
el encuentro, el director del Instituto Cervantes de Sídney, Víctor
Ugarte, anunció la firma de un acuerdo entre las autoridades españolas y
la Universidad de Sídney para impartir cursos para profesores de español de nivel inicial a partir del próximo año.
En su turno, el decano del cuerpo consular del estado de Nueva Gales del Sur y cónsul general de Uruguay,
Alvaro Barba, defendió la necesidad de que se imparta el español de
forma obligatoria y no optativa en las escuelas australianas.