Mientras el ministro de cultura chileno recorre los trolebuses de Valparaíso para leer en voz alta a sus pasajeros poemas e historias del Premio Nobel, una investigación judicial intenta determinar si murió envenenado, en lugar de víctima del cáncer de próstata que padecía, hace 40 años
Pablo Neruda. La versión oficial dice que murió de cáncer./revista Ñ. |
A 40 años de la muerte del poeta universal Pablo Neruda, sus restos
óseos están en el Servicio Médico Legal a la espera de los resultados de
exámenes toxicológicos que buscan establecer si murió de cáncer de
próstata o fue asesinado, como sostiene su asistente y chofer Manuel
Araya. Los exámenes que buscan establecer si el vate fue inoculado con
alguna sustancia que aceleró su muerte se realizan en una universidad
estadounidense de Carolina del Norte y en otra de Murcia, España.
Estarían listos durante el 2013.
Neruda, militante comunista,
murió el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe militar que
derrocó a su amigo, el presidente Salvador Allende, y a menos de un día
de partir al exilio a México, en un avión enviado especialmente por el
presidente mexicano Luis Echeverría. El Premio Nobel de Literatura 1971
murió, a los 69 años, estando internado en la clínica privada Santa
María, donde fue trasladado el 19 de septiembre, luego que su casa del
balneario de Isla Negra fuera allanada dos veces y de que un buque de la
armada apuntara desde el mar sus cañones hacia la casa, según relató
Araya.
El ex presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970) murió
asesinado en la misma clínica en 1982, según una investigación judicial.
Araya contó que el domingo 22 Neruda los envió a él y a su esposa,
Matilde Urrutia, a Isla Negra a buscar algunas pertenencias y dinero,
pero a media tarde los llamó para que regresaran urgente a Santiago:
"Vénganse rápido porque yo estaba durmiendo y un doctor me puso una
inyección en la guata (estómago), tengo mucho dolor y tengo calor''.
Añadió
que ya en la clínica una enfermera, cuyo nombre no recuerda, le contó
que el médico Sergio Draper, extraño al equipo que atendía al vate, fue
llamado por una auxiliar porque Neruda estaba adolorido y éste ordenó
inyectarle una dipirona. Neruda murió pocas horas después. "Si no
hubiera quedado solo, no lo hubieran matado'', se lamenta Araya. También
se queja de que su partido, el comunista, no escuchó su denuncia
durante dos décadas, hasta que fue entrevistado por el semanario
mexicano Proceso, en 2011.
El abogado Eduardo Contreras, que el
2011 presentó una querella a nombre del Partido Comunista por lo que
asegura fue el asesinato de Neruda, dijo que Draper aseguró en su
declaración judicial que el responsable de la inyección fue un doctor de
apellido Price, que al parecer no existiría. Contreras añadió que el
certificado de defunción entregado por la clínica "señala que (Neruda)
murió de caquexia, es decir de una desnutrición extrema causada por una
rápida baja de peso, que origina tal debilidad que impide desarrollar
actividades mínimas''.
El embajador mexicano en Chile, Gonzalo
Martínez Corbalá, ha dicho en dos ocasiones que Neruda jamás presentó
tales y que la última vez que lo vio, un día antes de su muerte, su peso
corporal bordeaba los 100 kilos. Martínez también lo visitó en la
clínica el día 19 de septiembre, cuando acordaron que saldría de Chile
el domingo 23, pero que a último momento el poeta decidió partir el
exilio el lunes 24. Murió el domingo, a las 22.30 horas. "Yo lo vi
normal, conversamos en tono serio y también en broma'', declaró.
En
una declaración jurada que Martínez envió desde México para ser
incorporada al juicio, y que hizo llegar a AP por correo electrónico,
señala: "Reitero que el largo rato que permanecimos juntos no advertí en
él ningún signo que evidenciara que estaba en estado agónico, que no
pudiera hablar ni valerse por sí mismo. Era un hecho conocido que
padecía de flebitis y de cáncer a la próstata, pero no se estaba
muriendo ni menos en estado de coma''.
El periodista brasileño
Frederico Fullgraf descubrió fotografías tomadas por su compatriota
Evandro Teixeira a Neruda recién fallecido, mientras su viuda y su
hermana lo acomodan en su ataúd. Se observa un poeta corpulento, sin
apariencia de caquexia. Las fotos desmienten absolutamente lo escrito en
el certificado de defunción citado por el abogado Contreras, lo mismo
que las declaraciones de Martínez Corbalá. La versión oficial,
compartida por la Fundación Neruda, que maneja el legado del poeta, dice
que Neruda falleció de causas naturales y de la pena que le ocasionó la
muerte de Allende y la persecución de muchos de sus amigos y
colaboradores por la recién iniciada dictadura de Augusto Pinochet,
1973-1990.
Los restos de Neruda fueron exhumados el pasado 8 de
abril y un mes después el Servicio Médico Legal confirmó que el poeta
padecía cáncer de próstata con metástasis, y envió muestras óseas a dos
universidades extranjeras para que busquen rastros de medicamentos
administrados en exceso o sustancias tóxicas.