La literatura infantil y juvenil todavía lucha un poco desde los márgenes por lograr una aceptación académica, a pesar de que los premios ganados por la escritora María Teresa Andruetto (Hans Christian Andersen, el "Nobel" infantil, en 2012) y la ilustradora y escritora Isol (Astrid Lindgren, 2013) están mostrando que hay otra realidad, muy potente y tan representativa de lo argentino como la literatura para adultos, impuesta y consagrada
Isol y Andruetto: reinas del libro juvenil/adncultura.com |
Fue a un costado del terraplén, literalmente. Pero no
en Pompeya, sino junto a las vías del tren de carga que pasa entre las
avenidas Madero y Alicia Moreau de Justo, cerquita de Puerto Madero.
Allí se hicieron las fotos que ilustran esta entrevista, con la luz
mágica de una tarde de invierno. Lejos habían quedado las demoras de
variada suerte creadas contra la voluntad de las entrevistadas y de esta
redactora: un corte feroz en la 9 de Julio, por sindicalistas venidos
desde la provincia de Buenos Aires, que atrasó la llegada hasta el
diario, y un almuerzo tan a las apuradas que no dio lugar ni siquiera a
tomar el cafecito bien porteño. Isol tuvo incluso que cancelar una cita
posterior porque no creía llegar a tiempo.
Pero la alegría y el buen humor de Isol (Marisol
Misenta) y María Teresa todo lo superan, aunque todavía sigan algo
abrumadas por la súbita fama y los trajines que ella trae consigo:
entrevistas y viajes, que se superponen con las relaciones familiares
(Isol tiene un bebé muy chiquito) y el trabajo, ese del que no quieren
ni pueden prescindir, y por el cual las distinguieron.
Para su elección, el jurado especializado del premio
Hans Christian Andersen se basó "en la maestría [de Andruetto] en la
escritura de obras importantes y originales que están fuertemente
centradas en la estética. Sus libros se refieren a una gran variedad de
temas, como la inmigración, los mundos interiores, la injusticia, el
amor, la pobreza, la violencia o los asuntos políticos".
En el caso de Isol, el jurado de la Fundación Astrid
Lindgren premió su labor "por crear ilustraciones desde la mirada de los
niños, y porque sus imágenes vibran con energía y provocan una
explosión de emociones, además de la innovación que propone su paleta de
colores".
Como siempre, ese punto de vista puede cambiar y éste es el de las premiadas:
Andruetto : -En realidad, a mí me parece
importante haber recibido este premio, u otras distinciones, porque de
algún modo se pone el foco en un campo de la producción cultural de un
país. Pero, aunque nuestras obras ahora se vuelvan centrales por los
reconocimientos, creo que ni Isol ni yo, me atrevo a decir, somos las
escritoras típicas; nuestras obras van más por los bordes. En mi caso,
por ejemplo, nunca hice una diferencia entre escribir y publicar para
chicos o para grandes. Para mí siempre han sido aspectos de una misma
obra. Por otra parte, el hecho de que algunos de mis libros hayan ido a
colecciones infantiles ha sido azaroso. Muchas veces ha sido una
decisión del editor: al comienzo, en las primeras obras, en el caso de Stefano o El anillo encantado
. Después, yo misma -que siempre observé mucho el devenir editorial, la
factura del libro (nunca entendí la literatura por fuera de los
lectores, y por eso tampoco por fuera del libro), el intento de la
comunicación con el otro, porque me siento parte de la industria
editorial- me fui guiando por los lectores, porque a mi juicio es el
lector el que construye obra a futuro, en su elegir o desechar algo va
eligiendo también qué queda y qué no. Cuando hablo de lectores, me
refiero en general y también a ciertos lectores privilegiados: un
editor, un ilustrador, un crítico.
Isol : -En mi caso, se trató de un premio importantísimo, que es muy conocido en Europa; si uno habla de Pippi Calzaslargas
de Astrid Lindgren, todo el mundo sabe de que se trata, quién es la
autora. Ellos premiaron toda mi obra; creo que nunca premiaron algo que
fuera sólo ilustración, no hacen esa distinción. El 26 de marzo me
avisaron por teléfono de la Fundación Astrid Lindgren Memorial Award que
había ganado el premio y el 27 de mayo me lo dieron en Suecia. Acá yo
noté mucha alegría, mucho entusiasmo, mucho acompañamiento. Para muchos
significó algo propio; hubo mucha gente que me decía que esto les daba
fuerzas, que mi estilo de trabajo los inspiraba y que se puede seguir
haciendo lo que uno quiere aquí en la Argentina. Que se forma parte de
una tradición. Yo hablo mucho de la tradición de acá: del cuento, del
humor, del humor gráfico, del cómic, con Breccia, Nine, Quino, Oski.
Andruetto : -La literatura infantil, también,
encuentra su alimento en las ricas tradiciones de la literatura
argentina, que tampoco es una sola: hay muchas vertientes, con muchas
líneas, en las que un escritor puede ubicarse. Toda escritura lo coloca
en un punto de tensión entre la tradición y las vanguardias, la ruptura
de esas tradiciones. Por eso mi reclamo de que la literatura para niños
se deje impregnar más y más por esas tradiciones de la literatura en
general, que no viva como aislada en su pequeño mundo, sino que haya más
vasos comunicantes con la literatura en general. Por lo menos, ésa es
la literatura infantil que a mí me interesa, la que está impregnada de
las tradiciones literarias de nuestro país.
Tan argentinas
Curiosamente, tanto en el caso de Andruetto como en el
de Isol, las obras de ambas han sido calificadas como "muy argentinas",
aunque no siempre eso les haya servido, por lo menos al principio, para
abrirles las puertas del mundo.
Para algunos editores, por lo menos, la obra de María
Teresa Andruetto (Córdoba, 1954) fue, hasta que ganó el Premio
Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil 2010, incluso
"demasiado argentina" para ser publicada en España. Ella lo expresó muy
bien en el discurso que leyó en marzo de este año en Bogotá, cuando fue
invitada al II Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y
Juvenil (Cilelij), organizado por la Fundación SM y la Biblioteca Luis
Ángel Arango del Banco de la República de Colombia. Escribió María
Teresa:
Cuando comencé a publicar y se abrió tímidamente alguna
posibilidad de editar mis libros fuera de la Argentina, la lengua, eso
que es la materia, la argamasa, con la que trabaja un escritor, comenzó a
presentarse como un obstáculo. No es el libro, no es la historia, es el lenguaje? tan argentino
, se me dijo en muchas ocasiones y ese obstáculo persistió por mucho
tiempo, con distinta fuerza, en algunos países de Latinoamérica y sobre
todo en España que es, de hecho, para los escritores latinoamericanos,
el lugar más difícil para colocar un libro, tal la resistencia del
castellano español con respecto a otras modalidades americanas de la
misma lengua. [?] Buena parte de la riqueza de un pueblo reside en el
desarrollo de una conciencia sobre sí y sobre el lugar que ocupa en el
mundo, y como sabemos, vivir conscientes de nosotros mismos es defender
nuestra particularidad como individuos y como pueblos.
Para Isol (Buenos Aires, 1972), ilustradora, escritora,
cantante de rock y de música barroca, creadora de tiras cómicas y ahora
con más de veinte títulos publicados en varios países y traducidos a
ocho idiomas, también hubo alguna etiqueta dando vueltas. "Tan luego" a
ella -como diría Borges-, que ilustró e interpretó nada más ni nada
menos que la letra de El bazar de los juguetes (2x4 = Tango
para pibes, Además, 2009), ese tango con letra de Reinaldo Yiso, al que
le pusieron música Roberto Rufino y Alberto Podestá.
Isol : -Lo que más consumí yo en mi niñez y mi
adolescencia fue, por ejemplo, la colección Los Cuentos de Polidoro:
allí ilustraban Ayax Barnes, Napoleón, estaba Beatriz Ferro. Había una
matriz argentina en la ilustración. Pero siempre pasa con las obras que
rompen de alguna manera con los prejuicios y los estereotipos. Está muy
bueno que no todo sea tan digerible. En la cultura hay algo, empezando
por el lenguaje, que es muy "argentino". Nos permitimos reírnos bastante
de nosotros mismos. Hay un estilo gráfico, que yo tengo y que
justamente costó imponer. Vida de perros , mi primer libro, yo
lo mandé al Concurso de Libro Ilustrado "A la orilla del viento", en
1996, y ganó sólo una mención honorífica, porque decían en ese momento
que el nene protagonista tenía cara de "psicótico". Pero si vos pensabas
que yo de chica leía libros de Fontanarrosa ( Boogie el aceitoso , Inodoro Pereyra )? Es una mezcla muy argentina, poco solemne.
Como tampoco es solemne Isol, que confiesa que uno de sus libros favoritos es El pato y la muerte
, con texto y dibujos de Wolf Erlbrucht (Bárbara Fiore Editora), y que
se ha permitido jugar con el poder y la crueldad de la belleza en La bella Griselda (FCE, 2010), una princesa ante la cual los pretendientes pierden la cabeza en serio:
Ya fuera por aburrimiento o por tenerlas a mano, la
cuestión es que Griselda empezó a coleccionar cabezas. Barnizaba ella
misma las coronadas testas y las clasificaba por regiones o por color de
pelo, para exhibirlas en su salón dorado como trofeos. [?] Le gustaba
que su hermosura se comentara en todo el reino. Pero lo cierto era que,
en vez de amarla, todos la temían.
Una variante de la historia de Narciso, pero con un
relativo final feliz? aunque Griselda deba perder también ella algo a
cambio.
Mirada de artista
La literatura infantil y juvenil, contra lo que pudiera
creerse, suele encontrar muchos más límites que la de adultos. Límites
que pueden ser impuestos por los padres, los maestros y, también, por
los editores. Andruetto recuerda todavía la resistencia que encontró al
principio su novela Stefano (1997), sobre un adolescente y el
despertar de la sexualidad. "Ha tenido mucho éxito, un montón de
reediciones y traducciones a varios idiomas, pero cuando recién salió
todavía era un tema que asustaba. Ahora en las escuelas todo ha cambiado
bastante."
También hay otras ideas sobre la escritura y los
escritores que María Teresa, una de cuyas novelas para adultos es,
precisamente, Lengua madre (finalista del Premio Clarín de Novela 2007, publicada por Mondadori en 2010), quiere dejar en claro.
Andruetto : -Hay una idea generalizada, y
equivocada, de que un escritor escribe "bien", correctamente. Pero un
escritor hace otra cosa con el lenguaje: lo violenta. Cuando uno escribe
hay una fuerza, una violencia que se ejerce también sobre la palabra,
para hacerla decir otra cosa, que a veces ni uno sabe qué es. Y ocurre
que el problema en muchos libros -también de literatura infantil y
juvenil- es que sólo están "correctamente" escritos. Una de las luchas
más grandes es contra el "deber ser" del lenguaje.
Isol : -Algo parecido me pasó a mí. Cuando fui a
dar un curso en España, al final, cuando yo ya había hablado, se me
acercó un ilustrador que era muy prolijo, hacía dibujos muy bellos, y me
dijo: "Ahora entiendo por qué te invitaron". Porque antes de conocerme,
mis dibujos le habían parecido muy desmañados, hasta desprolijos.
Andruetto : -Y después, uno tiene que
reinventarse y el lector también, para no aburrirse. No sé qué te pasará
a vos, Isol, pero para mí cuanto más reconocimiento hay, más queda en
el campo propio esa búsqueda personal, esa no satisfacción que el otro
espera y le pide a uno. El éxito no es bueno si lo obliga a uno a
repetirse. Hay que estar muy atento.
Para Isol es importante destacar el valor de la
ilustración hoy, y el caso de los ilustradores que, como ella, escriben
sus propios textos. En su caso particular, cuando se trató de editar Tener un patito es útil (FCE, 2007).
Isol : -Cuando empecé, yo conocía a gente como
Gustavo Roldán hijo, pero estaba más en contacto con la gente del cómic:
Cachimba, Nine. Todo empezó para mí en el Foro de Ilustradores, en
1997; ahí vi que lo que significaba ser un autor. Yo empecé a mandar mis
trabajos a una editorial que publicaba cosas que a mí me gustaban. Hubo
que esperar seis años para que saliera Tener un patito es útil
en el Fondo de Cultura Económica. Ellos respetaron un formato que no
entraba en sus colecciones [es un libro-objeto que se puede leer de
ambos lados y que cuenta la misma historia pero desde el punto de vista
de un niño que agarra a un patito, y desde la de un patito que agarra a
un niño y declara que "tener un nene es útil"]. Tuvieron que mandarlo a
imprimir en China. Cuando al fin salió, el editor me dijo: "Nos obligás a
aprender a hacer cosas nuevas". Sentí que había un entusiasmo
compartido. Ahora yo ya tengo una manera de hacer las cosas.
Andruetto : -Es que un libro es siempre más que
un autor y un ilustrador; es también un editor. Se empieza a ver ahora
que hay un público para una zona de lectura y de lectores, que se ha
inventado un género, por decirlo así, que es el libro-álbum. Ha surgido
de allí y va hacia otras zonas de la literatura. Hoy todos los campos
están en una transformación permanente.
Otras culturas, otros libros
En otro discurso, esta vez en el de agradecimiento por el premio Hans Christian Andersen, Andruetto expresaba un deseo:
En cuanto a mí, me gustaría llegar al corazón de quien
me lee, llevarlo a sentir y a pensar, porque contra el adormecimiento de
la conciencia, la literatura nos propone una de las inmersiones más
profundas en nosotros y en la sociedad de la que formamos parte. La
literatura se construye con un bien social -el lenguaje-, un bien que es
de todos, y se alimenta de los relatos que esa sociedad genera.
Ese sentimiento de pertenencia profunda a una cultura
fue lo que sorprendió a Isol cuando estuvo en Suecia y conoció más de
cerca a una comunidad que reverencia a Astrid Lindgren como aquí podría
suceder con Borges (y que no sucede). Lindgren, militante feminista y
defensora de los animales, fue una autora infantil cuyas obras son
fundamentales para los suecos
Isol : -Para ellos, además, este premio es muy
importante, porque se paga con los impuestos de todos los ciudadanos.
Las obras de Lindgren son leídas por toda la familia, no solamente los
chicos; lo más parecido a nuestra experiencia sería compararla con María
Elena Walsh. Por ejemplo, ellos no entienden por qué nunca le dieron el
premio Nobel a Lindgren.
El paréntesis obligado impuesto por sendos
reconocimientos no impide que tanto María Teresa Andruetto como Isol
piensen en seguir trabajando. Ahora, la suerte ha querido unirlas en el
catálogo de una editorial que ambas quieren mucho. Es la cordobesa
Comunicarte (www.comunicarteweb.com.ar
), dedicada desde 2004 a los libros para chicos y que, en 2009, recibió
la Mención Especial durante la entrega de los Destacados de Alija
(Sección Argentina de IBBY), en el rubro Mejor Propuesta Editorial.
Comunicarte ya había publicado El caballo de Chuang Tzu , de Andruetto, y Mi cuerpo y yo
, con texto de Jorge Luján e ilustraciones de Isol. Ahora, en su
colección Los Imprescindibles -llamada así porque cada obra pertenece a
un ganador del Hans Christian Andersen, o a un candidato al premio por
su país, e Isol obtuvo también una distinción como finalista en 2006 y
2007-, presentó en las dos ferias del libro porteñas de este año Zapatero pequeñito (Andruetto) y Ser y parecer (un poema de Jorge Luján dibujado por Isol). Un motivo más para sentirse unidas en el afecto a los libros y a la literatura.
La última parte de la entrevista estuvo dedicada, como
no podía ser de otra manera, a la relación de las dos creadoras con la
circulación de sus obras en las escuelas y, también, en las redes
sociales o en nuevos formatos electrónicos.
Andruetto : -El libro siempre ha tenido una
cuestión más democrática, la de la obra en serie. En el caso de la mía,
ha habido un crecimiento lento, progresivo y muy firme a lo largo de
veinte años, mucho por el de boca en boca de los maestros y los
bibliotecarios, que han ido a su vez llevando a los chicos, un poco a
contracorriente de las modas. No era el mío uno de los nombres que
circulaba más fuertemente -estoy hablando de los años noventa-, pero
siempre me sentí muy reconocida, y tuvo que ver con un cambio en la
condición lectora de ciertos maestros, con toda la diversidad que se da
en nuestra sociedad. Yo siento que la escuela es un lugar que genera una
tensión doble: por un lado, es un espacio destinado a conservar ciertas
cosas, ciertos saberes, y por el otro, es el lugar que puede ofrecer
una fisura para los cambios. La escuela constituye una oportunidad
central de construcción del lector, cuando eso no está dado en el chico
que llega a ella, porque no todos los chicos provienen de familias
lectoras, y en ese caso cuando un niño no tiene libros en su casa, la
escuela debe apostar a eso. Me parece que ahí está la mayor conciencia
del Estado, que debe comprar libros para las bibliotecas del aula o las
bibliotecas populares. Actualmente, hay un nivel de compras que es un
libro por escuela, y otro que es un libro por chico para un grado, y el
chico se lleva el libro a casa. Es el ingreso de la literatura en la
escuela. No es el libro único, que concentra todo el saber, como son los
manuales.
Isol : -En mi Facebook ( http://on.fb.me/19MtGaE
), de pronto, tiro imágenes y la gente se las apropia. Las toma y hace
otra cosa, les agrega un poemita, pone un dibujo. Es eso lo que me gusta
del libro también. En mi casa no había otros originales más que los que
hacíamos nosotros. Y el libro te permite compartir. Y es un objeto
íntimo y único.
Andruetto : -Yo tengo página en Internet:
http://www.teresaandruetto.com.ar/. En cuanto a mis libros, los nuevos
contratos incluyen todos una edición electrónica. Como es bastante
reciente, no tengo todavía los resultados. En todos los casos, están sí
en plataformas que han cuidado el diseño y demás -eso hemos pautado-, y a
la vez yo como lectora leo en distintos soportes, sobre todo poesía.
Leo mucha poesía en espacios virtuales, porque me permite llegar a
poetas que no consigo acá, poetas de otros países. Los poetas leen
mucho, rastrean mucho en Internet la obra de otros poetas, hay sitios
seguros que se recomiendan.
Isol : -Me han pedido los derechos electrónicos
para algunos libros y los di. Pero para un libro-álbum es muy diferente.
Si vos pensás en un libro como Nocturno: recetario de sueños ,
una computadora no puede reponer la magia del libro, por las
fosforescencias de las páginas. Es mágico porque está en un papel. Si yo
hiciera algo electrónico, tendría que utilizar esa herramienta de una
manera específica, tendría que pensar en cómo usarla, no como una excusa
para meter al personaje y que se mueva. Sería hacer otro libro, o sería
como hacer una película. Es decir, otra cosa, otro lenguaje. Y además
esto es algo que recién empieza..
"La Argentina está pasando por un momento de gloria: los premios
obtenidos por Isol y María Teresa Andruetto son dos de los más
importantes del mundo, son globales y además, muy seguidos en el
tiempo." El juicio pertenece nada menos que a Carlos Silveyra, que este
año ganó el Pregonero de Honor en la 23» Feria del Libro de los chicos,
un premio que celebra toda una trayectoria dedicada a la difusión de la
lectura de la literatura infantil y juvenil argentina
La experiencia de Silveyra es fundamental para hacer un balance sobre el tema de la nota de tapa de hoy en adncultura
: "Hay dos aspectos importantes en el crecimiento de la literatura
infantil y juvenil en la actualidad. Por un lado, en el estrictamente
comercial, hasta en Europa, que está pasando por un momento de crisis
económica tan prolongado, el único rubro editorial que sigue creciendo
bien es éste, mientras que el dedicado a la literatura para adultos
sufre muchísimo, incluso por el embate de las nuevas tecnologías. Por el
otro lado, es indudable que, de los años setenta para acá, hay cada vez
más calidad en todos los niveles, tanto de la edición como del público
lector (papás, docentes, chicos y adolescentes)".
El premio obtenido por Isol, dice Silveyra, "le pone un
moñito a todo el proceso en la Argentina". Un proceso que venía, sin
embargo, de lejos. "Con María Elena Walsh, la Asociación de Literatura
Infantil y Juvenil de la Argentina (Alija) había logrado que el jurado
del Hans Christian Andersen concediera una mención honorífica, por única
vez, en 1994. En 2012, cuando postulamos a María Teresa -yo era
presidente de Alija en ese momento-, lo hicimos porque consideramos que
su obra era más universal, dado que refleja mucho la historia de los
inmigrantes. Y evidentemente llamó la atención, por su originalidad y
por una escritura muy elaborada, muy trabajada, que la hace una artista
integral."
La reciente Feria del Libro Infantil y Juvenil de
Buenos Aires ha sido, una vez más, un buen termómetro para medir la
salud del fenómeno. Este año hubo 107 expositores, 150 espectáculos, 100
firmas de escritores, 430 talleres, 92 narraciones, 1000 escuelas y
cerca de 300.000 visitantes. Además, todo el Pabellón C del predio
ferial de Pueyrredón y Figueroa Alcorta estuvo dedicado a los
adolescentes, con talleres de hip hop , cultura gamer , videojuegos, música, cosplay
, encuadernación, poesía y escritura, y un concurso de cortos de terror
en el que participaron más de setenta chicos que filmaron sus
historias.
"La Feria está pasando por un buen momento. Están los
escritores consagrados, con una producción sólida, pero también está
surgiendo un grupo de menos de 40 años, que aporta obras originales. Y
están los ilustradores que, como Isol, se vuelcan también a la escritura
y lo están haciendo muy bien, con esa capacidad de hacer explícita en
la ilustración la metáfora literaria. El gran ejemplo extranjero ha sido
Anthony Browne. Y esto también es nuevo, deja atrás las famosas parejas
de escritor-ilustrador, como fueron en el pasado Lewis Carroll-John
Tenniel, y, más acá, Roald Dahl-Quentin Blake, por nombrar a los más
conocidos."
Para Carlos Silveyra, que ha completado todo el
circuito literario (además de escritor, editor, director de colecciones,
miembro y presidente de Alija, ahora es consultor externo en
asesoramiento de editoriales y también capacitador de docentes), su
premio Pregonero de Honor fue una sorpresa (en 1998, había recibido el
Pregonero al Docente), pero lo aceptó en nombre de algunos que ya no
están y que también lo hubieran merecido: María Elena Walsh, Beatriz
Ferro, Elsa Bornemann. "La literatura infantil y juvenil argentina
constituye hoy un corpus importante, que va creciendo todo el
tiempo", dice. Por eso también apuesta a otro fenómeno: la novela
gráfica, como un destino para ciertas obras literarias que son clásicos,
pero que hoy ya es difícil que se lean y menos entre el público muy
joven.
Nuevos escenarios
Otra muestra de la importancia de la literatura
infantil y juvenil argentina es su presencia, por primera vez, en el II
Festival Buenos Aires Negra 2013 (BAN!), que hasta mañana se desarrolla
en el Centro Cultural San Martín. Uno de sus organizadores, el escritor y
docente Eduardo Agustín González (autor, entre otros títulos, de Grafitti Ninja , Cementerio clandestino y Sangre negra
), propuso, y lo logró, que se incluyera la novela juvenil policial
entre los temas de las mesas redondas del encuentro. En una de ellas,
"Violencia urbana y policial juvenil", María Fernanda Maquieira,
escritora y editora a cargo del área de libros para niños y jóvenes de
Alfaguara, hizo un análisis de las características por las cuales este
género puede interesar también a jóvenes lectores: "El texto policial es
ideal para satisfacer la transgresión adolescente, porque se cuestiona
el poder ejercido por los adultos, pero también están presentes el
juego, el aprecio por los detalles". Para Maquieira, es importante la
noción de identidad y la idea de la muerte, porque en el policial la
muerte siempre es fundamental, y los chicos pueden enfrentarse a ella,
nombrarla, conocerla de cerca quizá por primera vez.