Henning Mankell considera que “Sjöwall y Wahlöö se prepararon meticulosamente para llevar a cabo su plan: escribir diez libros sobre la Brigada de Homicidios: ficción basada en casos reales. Hay un pequeño guiño en la novela a la Guerra de Vietnam. Quisieron usar el crimen y la investigación criminal como un espejo en el que se reflejara la sociedad sueca. Ambos constataron que las novelas negras podían constituir el medio en el que contar historias con crítica social
El actor Peter Harber en el papel de Martin Beck./elpais.com |
Su apariencia tiene algo de siniestra, sus ojos azul grisáceo marcan aún más su rostro demacrado.
Guapo no es, ni tampoco atractivo. Más bien del montón, aunque algunas mujeres le encuentran guapo. Es un fumador compulsivo de cigarrillos Florida, bebe cantidades ingentes de café y su alimentación es nefasta. Desconoce por completo la dieta mediterránea. Su vida, en general, no tiene orden ni concierto. No goza de buena salud, sus resfriados son continuos y el estómago le juega malas pasadas. Esos dolores hacen que no sea un hombre de buen humor.
Guapo no es, ni tampoco atractivo. Más bien del montón, aunque algunas mujeres le encuentran guapo. Es un fumador compulsivo de cigarrillos Florida, bebe cantidades ingentes de café y su alimentación es nefasta. Desconoce por completo la dieta mediterránea. Su vida, en general, no tiene orden ni concierto. No goza de buena salud, sus resfriados son continuos y el estómago le juega malas pasadas. Esos dolores hacen que no sea un hombre de buen humor.
Vamos, Martin Beck no es el prototipo de sueco estupendo pero bien merece un homenaje.
Lean toda la serie de los Detectives de nuestra vida. Y aquí, los homenajes a Marlowe, Montalbano, Archer, Gunther
No viste de forma llamativa, sino más bien demasiado discreta. No le
gusta viajar en metro, pero aún menos en coche. Sus condiciones
económicas le impiden comprar un piso en el centro y por ello está
obligado a trasladarse en suburbano, cuando sale se acerca al quiosco
para comprar el periódico y su paquete de cigarrillos.
Per Wahlöö y Maj Sjöwall,
la pareja de escritores suecos que creó a Martin Beck, le dio vida en
diez novelas. Un proyecto que, según Maj Sjöwall, tenían claro desde el
inicio. Querían contar en una decena de libros qué ocurría en la Suecia
de finales de los 60 y principios de los 70. Políticamente ambos
estaban vinculados a la izquierda, afiliados al Partido Comunista, y no
veían con buenos ojos los derroteros que estaban tomando su país con la
socialdemocracia liderada por Olof Palme. Ambos querían con su
literatura contar al mundo cómo era la verdadera Suecia “utilizamos las
novelas como un bisturí para abrir el vientre de una ideología
empobrecida y exponer la cuestionable moral burguesa del
pseudobienestar”.
Henning Mankell considera que “Sjöwall y Wahlöö se prepararon
meticulosamente para llevar a cabo su plan: escribir diez libros sobre
la Brigada de Homicidios: ficción basada en casos reales. Hay un pequeño
guiño en la novela a la Guerra de Vietnam. Quisieron usar el crimen y
la investigación criminal como un espejo en el que se reflejara la
sociedad sueca. Ambos constataron que las novelas negras podían
constituir el medio en el que contar historias con crítica social.
Martin Beck está casado con Inge con la que convive durante 17 años.
Una relación que se va deteriorando a lo largo de los años por situar
antes el trabajo que la familia. Es padre de dos hijos: Ingrid de 14
años y Rolf de 10. A medida que pasan los años la relación con Ingrid es
más estrecha y se distancia abiertamente de Rolf. Con sus compañeros
mantiene relaciones complejas, a veces le gusta trabajar solo y en otras
se distancia de ellos para tratar de encontrar en solitario la solución
al crimen cometido. Beck pertenece al departamento de Policía Criminal
de la policía estatal y ya desde que entró en la brigada le consideraban
el mejor interrogador del país. Empezó a trabajarcon 21 años en una
comisaría de distrito y después de seis años patrullando por los barrios
de Estocolmo hizo el curso de subsinspector y quedó entre los mejores
de su promoción. Tenía entonces 28 años y conoció a su mujer de la que
se enamoró profundamente. Estaba embarazada cuando decidieron casarse en
el Ayuntamiento y al año de irse a vivir juntos. Para Beck ya no
quedaba nada de la mujer alegre de la que se enamoró y su matrimonio
estaba abocado al fracaso.
Sus compañeros, como en la vida misma, van del más exquisito en su
trabajo al poli que mete la pata una vez sí y otra también. Martin Beck
se caracteriza por tener la habilidad de atravesar las puertas sin ser
visto y es algo que suele encrespar a sus jefes. El mejor amigo del
protagonista de esta serie es Lennart Kollberg, un agente que odia la
violencia y que finalmente termina abandonando el cuerpo. No hay
investigación en la que Fredrik Melander no ponga a prueba su prodigiosa
memoria. Gunvald Larsson pertenece a una familia de clase alta pero es
capaz de derribar una puerta a patadas. Fue militar y su mirada puede
resultar aterradora. El más tranquilo de todos ellos es Einar Röhn,
casado con una de sami –en Suecia habitan 20.000-. Los patosos del grupo
son Kristiansson y Kvant.
Las diez novelas editadas por RBA son: Roseanna(1965); El hombre que se esfumó (1966); El hombre del balcón (1967); El policía que ríe (1968); El coche de bomberos que desapareció (1969); Asesinato en el Savoy (1970); El abominable hombre de Säffle (1971); La habitación cerrada (1972); El asesino de policías (1974); Los terroristas
(1975). Algunas de ellas han sido llevadas al cine o se convirtieron en
series de televisión, pero ninguna ha podido superar a la escritura de
sus autores.