Por acuerdo familiar y médico, el Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, es atendido en su hogar mediante cuidados paliativos. Aunque el pronóstico es reservado, el autor de Cien años de soledad, se mantiene tranquilo
La salud del escritor Gabriel García Márquez es muy
delicada. Retirado de la actividad pública, "Gabo" enfrenta un
pronóstico médico que no le es favorable. A principios de la década
pasada libró una batalla contra el cáncer linfático. Doce años después,
el cáncer ha invadido otras partes de su cuerpo. Pulmón, ganglios e
hígado están siendo afectados. Ante el diagnóstico, por acuerdo familiar
y médico, el autor de Cien años de soledad, radicado en México desde
hace más de 50 años, está fuera de un tratamiento oncológico.
La información fue proporcionada a EL UNIVERSAL por
fuentes confiables. El Nobel de Literatura fue dado de alta el 8 de
abril del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador
Zubirán", el hospital donde permaneció internado nueve días y del que es
paciente desde 2010, y ahora será atendido por médicos de esa
institución sólo para mejorar sus condiciones generales, a través de
cuidados paliativos.
La decisión fue tomada con base en su edad, de 87 años, y por los
órganos que ha comprometido el cáncer. Además, a este diagnóstico se
suma una serie de padecimientos generales del escritor, algunos de ellos
también propios de su edad.
El pasado 31 de marzo García Márquez fue internado en
ese instituto tras varias semanas de síntomas característicos de una
neumonía, así como por un cuadro infeccioso y una deshidratación.
Primero fue atendido en su domicilio, pero las condiciones no mejoraron y
se decidió la hospitalización.
En todo este proceso el escritor se ha mantenido, en términos generales,
tranquilo, con episodios derivados del mal de Alzheimer diagnosticado
en 2006. La evolución es estrechamente vigilada por los médicos.
La noticia de que padecía cáncer trascendió a la opinión pública a
principios de este siglo y por aquellos años comenzó a circular un texto
de presunta despedida, entonces el novelista desmintió su autoría y
habló públicamente sobre su padecimiento.
Años después, se inició el rumor sobre su posible Alzheimer. Conocidos y
amigos comenzaron a dar testimonio de los cambios en el escritor, pero
personas allegadas a él, como su agente literario, Carmen Balcells,
matizaron la información. Hace dos años, en julio de 2012, Jaime García
Márquez, hermano del escritor, reveló en una conferencia que se realizó
en Cartagena, Colombia, como parte de la Ruta Quetzal BBVA, que "Gabo"
padecía "demencia senil" como casi toda su familia.
La declaración fue inmediatamente rechazada por el titular de la
Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo
Iberoamericano, Jaime Abello, quien dijo que no había ningún diagnóstico
que lo confirmara. A esa negativa se sumaron las de amigos y colegas
del escritor.
En los últimos años, las apariciones públicas de García Márquez han
disminuido. Las más recientes son la inauguración de un boliche en Santa
Fe, en septiembre de 2013, en donde fue fotografiado, días después se
le vio en el centro comercial Perisur, en la ciudad de México, en donde
se tomó algunas fotografías con admiradores.
La última fue el 6 de marzo, cuando salió un momento de su domicilio
para recibir las felicitaciones de cumpleaños de los periodistas y de
algunos lectores. Su semblante era tranquilo y de buen humor.
Hoy "Gabo" enfrenta un combate a muerte para continuar conviviendo más tiempo con sus millones de lectores