Ernesto Cardenal y una legión de escritores latinoamericanos protagonizan Parole nel Mondo, la semana grande de la literatura en Venecia
Entrada en el Gran Canal desde la Basílica de Santa María de la Salud', de Canaletto. |
Poco se oye la lengua de Cervantes por Venecia, desde que los
españoles se dan al turismo interior y su consulado se quedó sin
presupuesto en la Serenissima, como para proyectar nada en este
escaparate. Sin embargo, acaba de clausurarse la VIII edición del
Festival de Poesía Parole nel Mondo, este año titulado a los cuatro
vientos en nuestro idioma: 'Palabra en el Mundo'. Un festival que ha
contado, a efectos de gran reclamo, con los versos del nicaragüense
Ernesto Cardenal y no pocos poetas como él latinoamericanos.
"En mi habitación siempre hubo un mapa de Venecia, desde que me
enamoré de ella y comencé a cultivar así la nostalgia", comentó Ernesto
Cardenal en la alocución, entrados ya en materia de recital. La máxima
responsable de la cultura comunal en Venecia, la 'doctoressa' Tiziana
Agostini, había dado el pistoletazo de salida al festival hace tres
días, en su sede del Puente de Rialto, llamando al entendimiento y la
concordia en los cuatro puntos cardinales del globo que mandaron
emisarios poéticos a Venecia, en base a valores no mercantiles. No en
vano, el festival está dedicado a la paz, desde sus comienzos.
Allí, en Rialto, tomaron también la palabra la coordinadora del
festival Anna Lombardo, la presidenta de la asociación italo-cubana
Giulia Grando y el cónsul cubano, Eduardo Vidal Chirino, quien cargó las
tintas sobre la necesaria vuelta a las utopías en Occidente. Acto
seguido, ya en el Bistrot de Venise, templo del café-tertulia en la
ciudad, lo hizo Susana Rinaldi, profesora de Lengua y Literatura
Hispanoamericana en la Universidad Ca'Foscari. A iniciativa de la
revista 'Omnibús' se ha editado digitalmente la antología más actual de
poesía llegada del Nuevo Mundo, lo que motivó que Susana Rinaldi cediese
su micro al antólogo chileno Mario Meléndez, escoltado por la poetisa
costarricense Zingonia Zingone. Y, antes de pasar a las lecturas
poéticas, se presentó también en el Bistrot la traducción a lengua
latina del libro 'Non scordarti di amore', allí presente su famoso autor, el turco Ataol Behramoglu.
Aparte los versos de Ataol Behramoglu y, por supuesto, los de Ernesto
Cardenal, celebrando la reedición de su 'Canto Cósmico', se oyó en el
Festival la declamación del poeta trasalpino Aldo Vianello, autor de
carrera literaria prologada inicialmente por Ezra Pound en Venecia. También en italiano recitaron
Riccardo Held, Gabriella Sica, Grazia Sterlocchi, Laila Fala, Rosaria
Lo Russo, Silvia Favaretto y Alessandro Cabianca, escritor de Pádova
este último, a cuyo comisariado confía anualmente la UNESCO la
celebración en el Beneto del Día Mundial de la Poesía. Y dado el
carácter tan cosmopolita como maratoniano del recital, el auditorio de
la Ca' Foscari que acogió las lecturas dio escena, así mismo, a la
poetisa siria Maram Al-Masri y a la persa Maryam Ala Amjdi, a la
ruso-armenia Tatiana Daniliyants, al marroquí Mohamed Miloud Gharrafi,
al polaco Zenon Fajfer, a los indios Shivaprakash y Hemant Divate y a la
colombiana Adriana Hoyos, con quien hay proyectos en Venecia para filmar una película. Junto a Vidal Chirino, Adriana Hoyos, además, recitó versos mandados ex profeso por el poeta encarcelado, Antonio Guerrero.
También llegado de Bogotá, promocionando la traducción de su lírica,
por parte de la editorial Sinopia, Armando Romero había pasado hace una
semana por el Spazio Culturale Fondamenta, que dirige Andreina Visconti
en Venecia. Una galería de arte que, durante el festival, programó mayor desembarco aún de poetas colombianos a la ciudad de los canales.
A la nueva intervención como rapsoda de Adriana Hoyos, se sumó en el
Spazio Culturale, bajo presentacion de Sebastiano Gatto, la lectura del
poeta-editor Juan Pablo Roa. El homenaje de Venecia a la figura desaparecida de García Márquez se hizo carne, atendiendo a sus nuevos valores compatriotas en la literatura.