viernes, 6 de septiembre de 2013

El discurso único del poder se combate con la literatura, dice Francisco Rico

"En general, el mundo no está en su mejor momento", dijo tras la conferencia sobre la filología actual, para la que pide más plazas con el fin de que los estudiantes de este sector puedan trabajar en institutos y universidades, además de "apoyo social y un buen sistema de educación"


El filólogo español Francisco Rico habla tras recibir el premio Alfonso Reyes en el Colegio de México, en Ciudad de México./que.es
El filólogo español Francisco Rico criticó en México que las lenguas se están empobreciendo por el discurso del poder, que "impone un pensamiento único" que puede ser combatido "con literatura"
"Todas las lenguas se están empobreciendo mucho por la presión casi irresistible del lenguaje único del poder, de los medios, de la comunidad global", que "impone un pensamiento único y una forma única de expresarnos (...) a través de su propio discurso", dijo Rico.
"(Se combate) con literatura. Aprendiendo a expresarse individual y libremente", añadió el filólogo después de recibir el premio Alfonso Reyes en el Colegio de México, al que describió como uno de los "bastiones que mantienen el nivel de calidad y sirven de estímulo a los trabajos".
Francisco Rico (Barcelona, 1942) ofreció la conferencia "Un aprendiz en El Colegio. Reyes, los Lida y la NRFH", en la que habló de la institución, su primer presidente y que da nombre al premio, los filólogos argentinos Raymundo y María Rosa Lida y la Nueva Revista de Filología Hispánica.
Esta, otro de esos "bastiones" y que fue publicada por el Colegio de México, le permitió tomar un curso gratuito y a distancia sobre la filología, ya que le abrió "el apetitoso horizonte de una multitud de temas y enfoques", explicó.
La publicación, dirigida por Amado Alonso y editada por Antonio Alatorre, contiene artículos y notas sobre literatura española e hispanoamericana y lingüística hispánica, además de reseñas de libros y artículos.
A partir de esta revista, de lectura entretenida y provechosa, Rico explicó que un buen artículo es aquel necesario para la comprensión del texto, que en la filología y la Historia hay géneros literarios y que se está dando "una progresiva disminución de los campos de estudio" y se está "acabando con las revistas de ámbito general".
"En general, el mundo no está en su mejor momento", dijo tras la conferencia sobre la filología actual, para la que pide más plazas con el fin de que los estudiantes de este sector puedan trabajar en institutos y universidades, además de "apoyo social y un buen sistema de educación".
El buen filólogo es aquel que logra "entender cada palabra y cada vacío de palabra (lo que el texto no dice, pero sugiere), incluso" de la obra, comentó este miembro de la Real Academia Española (RAE) y de la British Academy.
En un discurso con ciertas dosis de humor, Francisco Rico dijo que recibía "con orgullo y humildad" el premio Alfonso Reyes, creado en 2010 para "reconocer a destacados humanistas".
"Con orgullo porque ningún filólogo dejaría de pensar que este premio lo pone en la cima de su carrera. Con modestia porque desde la cima no cabe ya más que ir hacia abajo, hacia la decadencia", dijo en el Colegio de México, cuyas instalaciones pisó por primera vez, aunque en su espíritu desde hace "muchos años" se pasea por ellas.
Este "historiador de la literatura", como se definió al ingresar en la RAE, ha editado numerosos clásicos medievales y del Siglo de Oro, y dirigió la última edición corregida de El Quijote, publicada en 2004 con motivo del IV centenario de la publicación de la novela.
"Hoy, 75 años después, volvemos a traer a México a lo mejor de España", dijo Javier Garciadiego, presidente del centro que fue refugio de intelectuales españoles cuando se fundó en 1938 bajo el nombre de La Casa de España.
El filólogo, que recitó la Elegía al Duque de Alba, del poeta Garcilaso de la Vega, se mostró en el libro de visitantes distinguidos ante Garciadiego como "su agradecido Miguel de Cervantes, por poderes dados a Paco".
"Estuve aquí de aprendiz,/ de muchachillo ignorante./ Y ahora retorno feliz, / premiado, viejo y triunfante", se despidió.