La escritora rumano-alemana, premio Nobel de Literatura en 2009, pronuncia un duro discurso contra los límites ideológicos y en favor de la libertad individual
Hertha Muller. /Domenec Umbert.elcultural.es |
"Recuerdo
el tren que iba a lo largo del Danubio. Cuando llegaba a la zona donde
al otro lado del río estaba Yugoslavia, la actual Serbia, se veía cómo
todos miraban hacia nosotros. Se veía lo que pensaban incluso los
oficiales, y todos hubieran deseado desaparecer en las aguas de aquel
río". Con este recuerdo, Herta Müller
ha descrito hoy, en la inauguración del Festival Internacional de las
Letras de Bilbao, Gutun Zuria 2014, lo que para ella es la frontera.
Como en casi toda su obra, la escritora rumano-alemana no pudo evitar volver la vista a una realidad que en ella, por el lado del dolor, ha sido sobre todo un motor, un generador de literatura. "El significado profundo de la palabra frontera es aterrador -dijo, según informa Efe-, porque es un lugar donde todavía hoy las personas mueren continuamente".
En presencia del escritor Kirmen Uribe; de la teniente alcalde de Bilbao, Ibone Bengoetxea; y de la directora del Festival, Marisa Blanco, entre otras autoridades y personas del mundo de la cultura, la autora de El hombre es un gran faisán en el mundo pronunció un duro discurso contra los límites geográficos, ideológicos o religiosos; en favor, claro, de la libertad: "En la Europa occidental se habla de la frontera con admiración, pero en Rumanía era una franja de muerte, donde te mataban a tiros o eras despedazado por los perros", dijo.
Frente a un concurrido auditorio, Müller ha opinado que "el nacionalismo aísla, y siempre es contestado por otro nacionalismo”, conviritiéndose de tal modo en una tendencia "alejada de lo racional".
La apertura del Festival a cargo de Herta Müller tiene todo el sentido, puesto que fue ella quien, sin querer, dio la idea de su temática: "En lo primero que pensé fue en Herta Müller -comenta a El Cultural Marisa Blanco, directora del festival- y, a partir de ella, en la frontera, que en su obra no es solo geográfica sino también de interiores, con esa especie de trasposición entre lo autobiográfico y la ficción".
Un tema, la frontera, que le trajo a la mente un aluvión de nombres. "La idea de frontera es opuesta a la idea de límite", nos dice Blanco. Se trata, pues, de la frontera entendida como un desarraigo, como el único territorio posible para la literatura: "Todo intelectual o escritor quiere trascender; da igual que sean fronteras ideológicas, religiosas, etcétera. Si algo une a todos los escritores de este año es precisamente esa voluntad de trascendencia en su obra".
Después de las intervenciones de hoy pasarán por la Alhóndiga de Bilbao, hasta el próximo 6 de abril, autores como Lydia Cacho, Juan Goytisolo, Orham Pamuk o Claudio Magris. "Lo de este año es increíble -explica la directora del festival, en el cargo desde el año pasado-. Han accedido a venir escritores que apenas salen, como Goytisolo, o incluso algunos, como Lydia Cacho, que si no se prodigan más es porque están amenazados".
Precisamente la escritora mexicana conversará el viernes con la periodista vasca Lucía Martínez Odriozola acerca de los feminicidios en Ciudad Juárez, frontera siniestra por antonomasia. El espectro cultural vasco -del escritor Txomin Peillen al cantautor Mikel Urdangarin; de Kirmen Uribe o Ramón Saizarbitoria a Rafa Rueda o Bingen Mendizabal- tendrá su hueco después, con varias mesas redondas en torno a conceptos como nacionalismo, patria o identidad. Conceptos de frontera: "Es legítimo y también necesario que los vascos reclamen su identidad", dice la responsable de la organización, y añade: "la avidez cultural, la agitación que vemos estos días en Bilbao tiene mucho que ver con el periodo de florecimiento que está viviendo el País Vasco". Marisa Blanco está entusiasmada con la acogida en la capital vizcaína: "¡Las entradas se venden y el recinto se llena! Yo desde el año pasado noto aquí un interés por la cultura impresionante. Bilbao es una gran ciudad y los escritores se van muy contentos".
Entre otros hitos notables, el Nobel chino Gao Xingjian dialogará con el diplomático Ion de la Riva el jueves 3 y Orham Pamuk (Nobel de Literatura en 2006) hará lo propio ese mismo fin de semana con la periodista Ana Aizpiri. Marisa Blanco entrevistará a Claudio Magris el miércoles 30 en otro de los actos cumbre de este Gutun Zuria ("carta blanca", en euskera). Para la periodista, "Magris es un escritor puramente fronterizo: es ese y no otro su territorio intelectual". Entrar al recinto a cualquiera de estas actividades cuesta tres euros.
Como en ediciones anteriores, hay una gran presencia del periodismo, con reporteros o críticos culturales en prácticamente todas las mesas redondas e incluso la intervención destacada de algún periodista tan reconocible (y fronterizo) como Jon Sistiaga. "El perodismo es fundamental, puesto que se trata también de asociar cultura y difusión cultural", concluye Blanco.
Como en casi toda su obra, la escritora rumano-alemana no pudo evitar volver la vista a una realidad que en ella, por el lado del dolor, ha sido sobre todo un motor, un generador de literatura. "El significado profundo de la palabra frontera es aterrador -dijo, según informa Efe-, porque es un lugar donde todavía hoy las personas mueren continuamente".
En presencia del escritor Kirmen Uribe; de la teniente alcalde de Bilbao, Ibone Bengoetxea; y de la directora del Festival, Marisa Blanco, entre otras autoridades y personas del mundo de la cultura, la autora de El hombre es un gran faisán en el mundo pronunció un duro discurso contra los límites geográficos, ideológicos o religiosos; en favor, claro, de la libertad: "En la Europa occidental se habla de la frontera con admiración, pero en Rumanía era una franja de muerte, donde te mataban a tiros o eras despedazado por los perros", dijo.
Frente a un concurrido auditorio, Müller ha opinado que "el nacionalismo aísla, y siempre es contestado por otro nacionalismo”, conviritiéndose de tal modo en una tendencia "alejada de lo racional".
La apertura del Festival a cargo de Herta Müller tiene todo el sentido, puesto que fue ella quien, sin querer, dio la idea de su temática: "En lo primero que pensé fue en Herta Müller -comenta a El Cultural Marisa Blanco, directora del festival- y, a partir de ella, en la frontera, que en su obra no es solo geográfica sino también de interiores, con esa especie de trasposición entre lo autobiográfico y la ficción".
Un tema, la frontera, que le trajo a la mente un aluvión de nombres. "La idea de frontera es opuesta a la idea de límite", nos dice Blanco. Se trata, pues, de la frontera entendida como un desarraigo, como el único territorio posible para la literatura: "Todo intelectual o escritor quiere trascender; da igual que sean fronteras ideológicas, religiosas, etcétera. Si algo une a todos los escritores de este año es precisamente esa voluntad de trascendencia en su obra".
Después de las intervenciones de hoy pasarán por la Alhóndiga de Bilbao, hasta el próximo 6 de abril, autores como Lydia Cacho, Juan Goytisolo, Orham Pamuk o Claudio Magris. "Lo de este año es increíble -explica la directora del festival, en el cargo desde el año pasado-. Han accedido a venir escritores que apenas salen, como Goytisolo, o incluso algunos, como Lydia Cacho, que si no se prodigan más es porque están amenazados".
Precisamente la escritora mexicana conversará el viernes con la periodista vasca Lucía Martínez Odriozola acerca de los feminicidios en Ciudad Juárez, frontera siniestra por antonomasia. El espectro cultural vasco -del escritor Txomin Peillen al cantautor Mikel Urdangarin; de Kirmen Uribe o Ramón Saizarbitoria a Rafa Rueda o Bingen Mendizabal- tendrá su hueco después, con varias mesas redondas en torno a conceptos como nacionalismo, patria o identidad. Conceptos de frontera: "Es legítimo y también necesario que los vascos reclamen su identidad", dice la responsable de la organización, y añade: "la avidez cultural, la agitación que vemos estos días en Bilbao tiene mucho que ver con el periodo de florecimiento que está viviendo el País Vasco". Marisa Blanco está entusiasmada con la acogida en la capital vizcaína: "¡Las entradas se venden y el recinto se llena! Yo desde el año pasado noto aquí un interés por la cultura impresionante. Bilbao es una gran ciudad y los escritores se van muy contentos".
Entre otros hitos notables, el Nobel chino Gao Xingjian dialogará con el diplomático Ion de la Riva el jueves 3 y Orham Pamuk (Nobel de Literatura en 2006) hará lo propio ese mismo fin de semana con la periodista Ana Aizpiri. Marisa Blanco entrevistará a Claudio Magris el miércoles 30 en otro de los actos cumbre de este Gutun Zuria ("carta blanca", en euskera). Para la periodista, "Magris es un escritor puramente fronterizo: es ese y no otro su territorio intelectual". Entrar al recinto a cualquiera de estas actividades cuesta tres euros.
Como en ediciones anteriores, hay una gran presencia del periodismo, con reporteros o críticos culturales en prácticamente todas las mesas redondas e incluso la intervención destacada de algún periodista tan reconocible (y fronterizo) como Jon Sistiaga. "El perodismo es fundamental, puesto que se trata también de asociar cultura y difusión cultural", concluye Blanco.