martes, 18 de marzo de 2014

La polémica de la delegación argentina llegó a Le Monde

El diario francés se hizo eco de las críticas por el sesgo político de la elección de autores para el Salón del Libro de París

Porteños. La ciudad tuvo su stand en París hasta 2013./Victor Sokolowic./revista Ñ
Pasado mañana la presidenta Cristina Kirchner inauguará la 33 edición del Salón del Libro de París, el encuentro editorial más importante de Francia, donde la Argentina será invitada de honor. La expectativa es grande, igual que la polémica que suscita desde hace algunos meses la lista de 50 autores invitados por el gobierno nacional. Anteayer, Ricardo Piglia anunció que no iría a pesar de que ya estaba confirmado en la programación del encuentro.
Los medios franceses siguen con atención las acusaciones cruzadas de este lado del Atlántico. Ayer, el diario Le Monde le dedicó espacio a las tensiones que se viven de este lado del Atlántico. “La selección de los autores desató polémica por la sintomática polarización política del país, puesto que la lista tiene fuertes partidarios del gobierno, mientras que otros intelectuales conocidos por sus críticas a la presidenta no fueron incluidos”, señaló en el artículo titulado “La Argentina suscita polémica en el Salón del Libro”. El periódico, el más importante de Francia, se hizo eco de los testimonios de Martín Caparrós y Beatriz Sarlo, dos de las ausencias más llamativas. Para el autor de Valfierno, el criterio oficial fue la “lealtad al gobierno (de los autores) o que por lo menos fueran inocuos políticamente”.
Le Monde calificó como “inexplicables” las ausencias de Rodrigo Fresán y Edgardo Cozarinsky y enfatizó en las presencias de los funcionarios oficiales y miembros de Carta Abierta, Ricardo Forster y Horacio González y la del “teórico del populismo” Ernesto Laclau.
Luego de recordar la tormentosa relación del primer peronismo con la intelectualidad –como el autoexilio de Cortázar y el hostigamiento a Borges– Le Monde rescató la inversión científica y académica durante los gobiernos kirchneristas, aunque recordó en alusión a ellos la cita de Borges: “Los peronistas no son ni buenos ni malos, son incorregibles”.
En febrero, la prestigiosa revista Le Nouvel Observateur había tomado nota de las tensiones crecientes alrededor del Salón con un título más duro: “Los autores opositores no van a París”. Ayer, Le Figaro –el diario más antiguo de Francia– señaló que París se prepara para su hora argentina, “pero no por el Salón del Libro, sino porque escribirá la saga político-financiera más desconcertante de la temporada”, señaló en alusión a la renegociación que impulsa Cristina con el Club de París.

Controversia argentina en París 

La renuncia de Ricardo Piglia a acudir al Salón del Libro y las denuncias de injerencias políticas enturbian la gran cita editorial
Hollande y la ministra francesa de Cultura inauguran el Salón de 2013. / Michel Euler./elpais.com
La composición de la embajada argentina en el próximo Salón del Libro de París (del 21 al 24 de marzo) ha puesto en pie toda una controversia de ingrediente cultural y político. La ausencia en el Salón —que tendrá a Argentina como país invitado en el año en que se conmemora el centenario de Julio Cortázar— de escritores como Ricardo Piglia, Rodrigo Fresán, Martín Caparrós o Pola Oloixarac por lo que algunos de ellos consideran motivos de “injerencia política” del gobierno Kirchner chocó ayer con la airada reacción del director del Salón, Bertrand Morisset.
Morisset negó que el gobierno argentino hubiera efectuado presión alguna en la confección de listas y, en concreto, reaccionó con furia, en declaraciones a EL PAÍS, al desistimiento de Ricardo Piglia. Este anunció su renuncia a participar en la feria literaria aduciendo “cuestiones literarias”. Piglia formaba parte de la lista inicial de 30 autores consensuada por el ministerio de Cultura argentino con la Feria de París, que inaugurará el próximo jueves la presidenta Cristina Kirchner.


El escritor bonaerense Ricardo Piglia. / Ricardo Ceppi
A través de una nota enviada al diario Clarín, el novelista explicó así su renuncia: “Ahora viajan los escritores, cuando son los libros los que tienen que viajar. La decisión de no asistir al Salón del Libro de París responde a cuestiones literarias y no tiene nada que ver con el debate argentino actual, que convierte a la cultura en parte del enfrentamiento político (por no decir electoral) sin tener en cuenta su particularidad”.
En conversación con este diario, Morisset explicaba ayer: “Piglia aceptó la invitación y exigió condiciones desmesuradas para venir a París”, y añadía: “La política de la silla vacía es una cobardía. Si el señor Piglia quiere criticar a los Kirchner, que venga a París y lo haga. Aquí no se censura a nadie. Había aceptado venir pero puso unas condiciones dignas de una estrella del rock. El señor Piglia es deshonesto, ha insultado al Salón del Libro, a sus editores de Gallimard y al público francés”.

Argentina es el país invitado en esta edición del Salón, que arranca el día 21
En su declaración, Piglia contaba que comunicó su decisión a la feria hace un mes: “Discutí mi participación con los organizadores a partir de septiembre, sin llegar a un acuerdo, y por eso, a mediados de febrero, informé sobre mi decisión de no viajar”.
Morisset explica que la selección de autores invitados por la feria se elabora con “criterios objetivos basados en la calidad, las traducciones al francés y la actualidad editorial de los autores”. El director matiza que una comisión mixta formada por dirigentes de los ministerios de Cultura de Argentina y Francia consensuó “una primera lista de 50 o 60 escritores”, y que esa lista se redujo luego a 30 autores, “todos ellos publicados y traducidos en Francia o bien con obra reciente”.
Morisset aclara que el Salón invita a esas 30 personas “pagando los gastos al 50% con el país invitado”. Y explica que, luego, el secretario de Estado de Cultura argentino eligió por su cuenta a 18 autores más con criterios, sostiene, “que nosotros desconocemos por completo”.

El director de la feria ataca con dureza a Piglia por su renuncia a acudir
La delegación argentina estará formada por unos 45 autores, ya que a la baja de Piglia se suman la de Alberto Manguel, por problemas de salud, la del filósofo y narrador José Pablo Feinmann, y la de Alain Pauls, que según Morisset espera el inminente nacimiento de un hijo. Otras ausencias destacables, sobre las que Morisset no quiso pronunciarse, son las de Edgardo Cozarinsky, Rodrigo Fresán o Marcelo Cohen. En este sentido, un portavoz de Éditions du Seuil, la editora en Francia de la obra de Fresán, declaraba recientemente al semanario francés Le Nouvel Observateur: “Es alucinante que no hayan invitado a Rodrigo Fresán”. El escritor Martín Caparrós también dejó ver recientemente su malestar, al asegurar que su nombre había sido tachado de la lista “por razones políticas”, siempre según la revista francesa.
La selección está formada por una nómina de escritores diversa: buena parte de ellos tiene obra traducida al francés y otros son jóvenes que intentan abrirse camino. Entre ellos están: Alicia Dujovne Ortiz, Pablo de Santis, Martín Kohan, Tununa Mercado, Claudia Piñeiro, Quino, Mempo Giardinelli, Luisa Futoransky, Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, o Ricardo Forster, presidente del colectivo Carta Abierta, entre otros.
Algunos escritores expresaron su punto de vista en Clarín. Dujovne Ortiz dijo: “Es inexplicable que no haya sido invitado Edgardo Cozarinsky, uno de los escritores que más ha trabajado en Francia”. Y para la escritora Claudia Piñeiro, que sí estará en París, “si hubo gente censurada está muy bien que se denuncie y es lamentable que haya sucedido”