jueves, 20 de marzo de 2014

El camping donde nació Lisbeth Salander

 En Umeå, ciudad sueca y actual Capital Cultural Europea, creció el autor de Millenium, Stieg Larsson. Seguimos sus pasos ahora que la revista FiatLux ha publicado un cuento inédito que escribió allí cuando tenía 19 años. Entonces se llamaba Stig

Umeå, ciudad natal de Stieg Larsson y la portada de Millenium./elmundo.es
Stieg Larsson (1954-2004) nació en un pequeño pueblo llamado Skelleftehamn, a unos 140 kilómetros de Umeå, aunque se crió con sus abuelos maternos en un pueblo aún más pequeño llamado Bjursele, en las afueras de otro pueblo también pequeño llamado Norsjö, en Västerbotten, extremo septentrional del golfo de Botnia, en Suecia. Se crió con sus abuelos porque sus padres, Erland y Vivianne, eran jóvenes, no tenían trabajo ni mucho menos una residencia digna donde criar una familia.

Larsson en la Hagaskolan.
Todo eso lo encontrarían después, como tantos otros suecos de su tiempo, en Umeå, la actual Capital Cultural de Europa, junto con Riga, durante 2104. Así, a la edad de nueve años, Stieg Larsson pudo reunirse finalmente con su familia. Entonces se llamaba Stig. La e la añadió ya de adulto para diferenciarse de otro escritor sueco cuyo nombre también es Stig Larsson. Siempre fue un espíritu libre, único, pero básicamente lo hizo porque no dejaban de llamarle de la biblioteca para que devolviera los libros que el otro Stig nunca entregaba a tiempo.
El niño Stig comenzó su vida en Umeå en la calle Hagmarksvägen, número 36, de un barrio trabajador al otro lado de la Estación de Tren. La casa, de tres alturas y fachada de madera en tono verdoso, sigue igual. La ventana de su cuarto, que compartía con su hermano Joakim, es la del último piso a la izquierda. En el primer piso, vivía su amigo Bo Lind.

Un escritor incansable

No queda muy lejos su colegio, el Hagaskolan, hoy el más grande de Umeå. Allí le recuerdan -es muy habitual charlar con gente en la ciudad que compartió aula con el autor de Millenium- como un tipo listo, muy inteligente; independiente, pero siempre dispuesto a defender a los débiles y muy activo políticamente. Como su madre, que ejerció altos cargos en el Ayuntamiento de la ciudad con el partido socialdemócrata.
Años después la familia Larsson se mudó unas calles más abajo, a Norra Ersmarksgatan, 52, a un edificio similar, pero esta vez con fachada de ladrillo. Allí a Stig le regalaron una máquina de escribir Facit. Era incansable. Seguía compartiendo habitación con su hermano pero como éste no podía dormir por la febril actividad del autor sueco más vendido de todos los tiempos, sus padres le adecentaron una habitación en el sótano. Esta vez se quejó el vecino de arriba. Acabaron alquilándole un pequeño apartamento, en Vretgatan 12, cuya ventana se divisaba desde el balcón trasero. La condición: cuando sus padres apagaran la luz, él también debía hacerlo.
Stig, fascinado por la ciencia ficción -le apasionaba la astronomía- pero también por la política editaba entonces un fanzine llamado Stäven (Atmósfera). Precisamente acaba de ver la luz en España un cuento inédito -El crimen de Jensen- de esta publicación. Lo ha editado en su número de invierno la revista Fiat Lux. Es magnífico, como las palabras del traductor Martin Lexell que lo preceden y que dan cuenta, entre otras cosas, de la larga tradición literaria de las tierras poco pobladas de Västerboten, marcadas por el duro clima y una fanático pietismo religioso. En ellas, porque forman parte de Sápmi (la tierra de los samis que abarca desde Kola, en Rusia, hasta la costa Noruega) éstos imprimieron su primer libro en su hoy amenazada lengua. Era la Biblia.

El camping y Lisbeth

Pero a Stig la Biblia no le iba mucho. Él y su amigo Bo se dedicaron a ver cine porno desde los 10 años. Todo porque su padre era el recolector de entradas del cine Saga que proyectaba películas X, en el centro de la ciudad. No lejos queda la cafetería Nya Konditoriet que le servía, igual que el café Mekka, de improvisada redacción, y donde Larsson pasaba las tardes bebiendo café, adicción compartida con su Mikael Blomqvist.

La cafetería Nya Konditoriet.
Ya con 14 años Stig pertenecía al Frente de Liberación Nacional de Vietnam y al Partido Comunista, y después sería trotte, como en Suecia se conoce a los troskistas. Hizo secundaria en la Dragonskolan; tras acabar su bachillerato de ciencias sociales, trabajó fregando platos en Sävargarden. Quería ahorrar para viajar a través de Europa y llegar a Argelia. Muy a su pesar Stig hizo el servicio militar en una base a las afueras de la ciudad. También en el extrarradio de Umeå había un camping hoy desaparecido.
Allí, una noche presenció la violación de una joven. Conocía a alguno de los violadores. No pudo impedirla. Cuando, después, se encontró por el centro de la ciudad con la víctima quiso pedirle perdón por no haber hecho nada. Ella no quiso escucharle. Sólo le dijo: «Lárgate, eres uno de ellos». Según su pareja, Eva Gabrielsson -a quien conoció en Umeå durante una manifestación a los 18 años- este hecho le persiguió toda su corta e intensa vida.
Aquella noche, en ese camping extinto, nació Lisbeth Salander. Y con ella, la venganza.