martes, 18 de marzo de 2014

Contar Bogotá

El espíritu con que nació  Bogotá contada

Portada de Bogotá contada, número 97 de El Libro al Viento./culturarecreacionydeporte.gov.co./eltiempo.com,
Desde quienes hace siglos atravesaron el Magdalena y llegaron a lomo de mula, hasta los que hoy llegan a la terminal internacional del aeropuerto El Dorado, Bogotá tiene una tradición de viajeros que han escrito sobre ella.
Esta tradición empezó con el fundador mismo, don Gonzalo Jiménez de Quesada, que relata sus impresiones en el  Epítome de la Conquista de la Nueva Granada (1536), continuó con visitantes tan ilustres como Alexander von Humbold, William Burroughs, Neruda y Christoper Isherwood, entre otros. El espectro de textos abarca los detalles más literarios pero también los más comunes y corrientes, como las obleas que recomienda André Maurois o el elogio del ajiaco que hace Angélica Gorodischer. Bogotá se ha desplegado en centenares de testimonios, bajo la mirada atenta de viajeros y escritores.
Con ese espíritu nació Bogotá contada, una iniciativa que el año pasado convocó a 12 escritores hispanoamericanos, acompañados por 3 autores colombianos. El primer grupo, conformado por el peruano Carlos Yushimito, la ecuatoriana Gabriela Alemán, el venezolano Rodrigo Blanco Calderón y el guatemalteco Rodrigo Rey Rosa, acompañados por Pilar Quintana, vino en agosto para la celebración de los 475 años de fundación
de Bogotá. El segundo grupo, integrado por el mexicano Bernardo Fernández, también conocido como ‘Bef’, la brasileña Adriana Lunardi, el español Sebastià Jovani y el cubano Jorge Enrique Lage, a quienes se sumó Miguel Manrique, vino durante la segunda se- mana de septiembre, para los eventos de Bogotá Literaria.
El tercer grupo, compuesto por el argentino Martin Kohan, el dominicano Frank Báez, la chilena Alejandra Costamagna y la uruguaya Inés Bortagaray, vino en la tercera semana de octubre, durante la celebración de eventos relacionados con el IV Festival de Literatura de Bogotá y el VII Festival de literatura infantil y juvenil, y estuvo acompañado por Ricardo Silva Romero. Sus textos fueron recopilados en el Libro al Viento número 97, que salió en diciembre como un regalo para los bogotanos. Con acentos europeos, caribeños, andinos y australes, desde lo pop hasta lo clásico, del centro a la periferia, de las radiografías sociales a las reflexiones íntimas, de la ficción a la crónica, pasando por el cómic y el relato infantil, sus voces dialogaron con la compleja realidad de esta ciudad inabarcable, pero que sin duda en sus textos ha sido contada una vez más.