La noche del 29 de marzo vibró el público bogotano con el concierto en el cierre del Foro del Arte y la Cultura por la Paz
Pablo Milanés llenó el auditorio del Palacio de los Deportes./elespectador.com, idartes.gov.co |
Durante el concierto Arte y Cultura
por la Paz, que hizo parte de la celebración de los tres años del
Instituto Distrital de las Artes – Idartes, más de 4.000 personas
cantaron, bailaron y gozaron con los diferentes ritmos latinos, cubanos
y propios del altiplano cundiboyacense y del pacifico.
La variada programación convocó y permitió el encuentro de diferentes generaciones, grupos familiares, adultos, jóvenes, hombres y mujeres con diversos ideales sueños y expectativas, mundos propios que se encontraron y compartieron la misma pasión expresada a través de la música.
Una tarde de arte, cultura, paz y vida que inició con la sensible presentación de lucía Pulido, que con su sabor latino y letras comprometidas inició la fiesta de la paz. Los diferentes géneros musicales encontraron un espacio en esta celebración, la maestría en la interpretación de uno de los más reconocidos jazzistas de Colombia, Antonio Arnedo, quien dijo que la música era el lenguaje universal.
La riqueza de los contrastes continuó con Hugo Candelario, una mezcla de sonidos del pacífico con los acordes urbanos del Jazz. Una tarde para todos y todas que contó además con la presencia del carranguero más emblemático y representativo del folclor cundiboyacense, quien hizo gozar a los asistentes con sus particulares coplas cargadas de humor negro y sus reconocidas canciones que fueron coreadas por los miles de asistentes.
“De que callada manera” fue cayendo la noche y poco a poco se fue iluminando con la presencia de uno de los máximos exponentes de la trova cubana, Pablo Milanés. El amor la magia y la poderosa palabra que con un profundo sentido canta a la verdad y a la libertad, una presentación que trascendió en las miles de personas que disfrutaron su voz y el sentido de un verdadero poeta.
Al cierre del concierto la evolución del tango invadió el escenario, Bajofondo hizo temblar el Palacio de los Deportes, con la euforia de los espectadores que disfrutaron de la agrupación argentina, que con su estilo y calidad sonora, lograron que cada instrumento cobrara vida.
Una Tarde musical, llena de buena vibra y miles de razones para afirmar que el Arte y la Cultura son pilares fundamentales en la construcción de una sociedad pacífica próspera y feliz.
La variada programación convocó y permitió el encuentro de diferentes generaciones, grupos familiares, adultos, jóvenes, hombres y mujeres con diversos ideales sueños y expectativas, mundos propios que se encontraron y compartieron la misma pasión expresada a través de la música.
Una tarde de arte, cultura, paz y vida que inició con la sensible presentación de lucía Pulido, que con su sabor latino y letras comprometidas inició la fiesta de la paz. Los diferentes géneros musicales encontraron un espacio en esta celebración, la maestría en la interpretación de uno de los más reconocidos jazzistas de Colombia, Antonio Arnedo, quien dijo que la música era el lenguaje universal.
La riqueza de los contrastes continuó con Hugo Candelario, una mezcla de sonidos del pacífico con los acordes urbanos del Jazz. Una tarde para todos y todas que contó además con la presencia del carranguero más emblemático y representativo del folclor cundiboyacense, quien hizo gozar a los asistentes con sus particulares coplas cargadas de humor negro y sus reconocidas canciones que fueron coreadas por los miles de asistentes.
“De que callada manera” fue cayendo la noche y poco a poco se fue iluminando con la presencia de uno de los máximos exponentes de la trova cubana, Pablo Milanés. El amor la magia y la poderosa palabra que con un profundo sentido canta a la verdad y a la libertad, una presentación que trascendió en las miles de personas que disfrutaron su voz y el sentido de un verdadero poeta.
Al cierre del concierto la evolución del tango invadió el escenario, Bajofondo hizo temblar el Palacio de los Deportes, con la euforia de los espectadores que disfrutaron de la agrupación argentina, que con su estilo y calidad sonora, lograron que cada instrumento cobrara vida.
Una Tarde musical, llena de buena vibra y miles de razones para afirmar que el Arte y la Cultura son pilares fundamentales en la construcción de una sociedad pacífica próspera y feliz.