La capital de Alemania despliega una espectacular instalación artística que sigue el trazado del Muro desaparecido, junto a exposiciones, conferencias y conciertos para conmemorar el acontecimiento histórico
El muro de Berlín, la caída de un símbolo - Repasamos en cuatro minutos la historia del muro de Berlín, desde los motivos de su construcción a los de su derribo ahora hace 25 años./lavanguardia.com |
Berlín conmemora el vigésimo quinto aniversario de la caída del Muro con la instalación artística ‘Lichtgrenze’
(frontera de luz): ocho mil globos blancos de helio delinearán el
antiguo trazado del muro de Berlín, que incluye escenarios notables como
la puerta de Brandemburgo, la Potsdamer Platz, Checkpoint Charlie y la
East Side Gallery. Los actos culminarán el domingo 9, cuando se soltarán
los globos al aire, y junto a la puerta de Brandemburgo, la
Staatskapelle interpretará el ‘Himno a la Alegría’ de Beethoven, con
Daniel Barenboim a la batuta.
La pro-soviética República
Democrática Alemana (RDA) empezó a construir el muro el 13 de agosto de
1961, porque la continua huida de ciudadanos germanoorientales a
Occidente a través de Berlín afectaba gravemente a su demografía, a su
economía y a la reputación del régimen comunista como sistema. La
instalación luminosa busca evocar el impacto que tuvo en la ciudad el
Muro, derribado hace ahora 25 años, y que condujo al ingreso de los
alemanes orientales en un régimen democrático.
La odiada barrera
cayó el 9 de noviembre de 1989. Lo berlineses del Este se abrazaban
emocionados a los berlineses del Oeste, después de que la guardia
fronteriza permitiera el paso de la multitud congregada tras el anuncio
de que la RDA eliminaba las trabas a los viajes al exterior.
Para
recordar ese día, y los 28 años de partición de la ciudad, los 8.000
globos de helio, colocados sobre trípodes, serán encendidos hoy viernes a
las 17 horas; y así seguirán hasta el domingo 9, en que a las 19 horas
serán soltados todos a la vez hacia el cielo berlinés, cada uno con un
mensaje. La instalación es obra de los hermanos Christopher y Marc
Bauder, y los mensajes se han ido recogiendo en una página web ad hoc.
Ese
‘muro de luz’ estará jalonado por paneles de una exposición (uno cada
150 metros), con episodios históricos acaecidos en ese mismo lugar:
etapas de construcción del Muro, fugitivos muertos, vida cotidiana en la
ciudad partida, protestas de la ‘revolución pacífica’ de 1989 ... Esta
exposición ha sido realizada por la Sociedad Robert Havemann, llamada así por un disidente de la RDA.
En
toda la ciudad hay además conferencias, itinerarios turísticos y actos a
todos los niveles para conmemorar la caída del Muro. En las primeras
semanas tras la caída del Muro, la indignación acumulada de los
berlineses y la piqueta oficial arrasaron casi totalmente la
fortificación vergonzosa, algo que muchos ahora lamentan.
Como tramos de Muro ‘musealizados’ quedan sólo tres visitables. Está la llamada East Side Gallery,
casi kilómetro y medio de Muro pintado en 1990 por 118 artistas de 21
países, en el barrio de Friedrichshain. Uno de esos 118 artistas es
español; se trata del catalán Ignasi Blanch. También se conserva un
tramo de 200 metros de Muro en el Centro de Documentación Topografía del Terror, que presenta las ‘agresiones’ sufridas en esas primeras semanas.
Y está Memorial del Muro de Berlín,
en la Bernauerstrasse. Ahí se conserva una sección de 60 metros del
Muro que permite apreciar cómo la rudimentaria barrera inicial
evolucionó hasta convertirse en una enorme barrera de hormigón, alta,
sofisticada y muy peligrosa para quien intentara evadirse. Medía 155
kilómetros (43 dividiendo la ciudad y 112 entre Berlín Oeste y el resto
de la RDA), y en muchos tramos era un doble muro, con zona de seguridad
en medio (la llamada ‘franja de la muerte’), torres de vigilancia,
potentes focos, y guardia fronteriza con orden de disparar.
Para conocer más sobre aquellos años, es posible visitar el Museo de la RDA
, ubicado ante el río Spree y la isla de los Museos, que permite al
visitante otear cómo era la existencia cotidiana de los alemanes del
Este. De un modo interactivo, permite tocar y experimentar: abrir
cajones de mesas multifunción, conducir (virtualmente) un Trabant, e
incluso degustar en el restaurante especialidades germanoorientales.
También
es recomendable visitar la Fundación Haus der Geschichte (Casa de la
Historia), con sede central en la antigua capital, Bonn, pero con dos
ubicaciones en Berlín. Una es la Kulturbrauerei, donde muestra desde noviembre de 2013 la vida diaria en la RDA. La otra se ubica en el conocido como Palacio de las Lágrimas
-la estación de la Friedrichstrassse donde lloraban al despedirse las
familias separadas por el Muro-, y evoca el terrible impacto emocional
de la barrera en las personas.