El máximo galardón de las letras francesas fue para Pas pleurer, de la francesa Lydie Salvayre
David Foenkinos, autor de best sellers y que
también era finalista para el Goncourt, para el que era favorito, tuvo
que conformarse con el premio Renaudot, la otra gran distinción de los
libros franceses, por su obra ‘Charlotte’.
Salvayre, nacida en 1948, es hija de un
andaluz y una catalana, republicanos españoles refugiados en Francia
tras la Guerra Civil. ‘Pas pleurer’ es la última de una veintena de
obras que componen su bibliografía, y fue publicada por la editorial
Seuil.
"Espero que este libro haga resurgir algunas
cuestiones que siguen vivas en el presente, como el tema religioso, el
resurgir de los nacionalismos o las dificultades de Europa para
comprometerse", afirmó, entre lágrimas, la autora en el restaurante
Drouant de París, el lugar donde desde 1914 se entrega el galardón.
La recompensa, entregada tras una quinta
votación según el escrupuloso método del Goncourt, en el que el vencedor
debe tener la mayoría absoluta de los diez miembros del jurado, fue una
sorpresa, puesto que todas las apuestas se dirigían hacia Foenkinos.
El jurado, presidido en esta ocasión por el
periodista y escritor Bernard Pivot, se decantó por la obra de Salvayre,
en la que la autora mezcla el relato popular de la Guerra Civil
española de su madre, Montse, que tenía 15 años cuando estalló el
conflicto, con el del literato, conservador, católico y monárquico
Georges Bernanos, que se encontraba en Mallorca el 18 de julio de 1936.
Montse huyó de su pueblo y se refugió junto
con su hermano anarquista en Barcelona, donde entró en contacto con el
ambiente revolucionario y anarquista que vivía la ciudad en aquellos
años.
Enamorada de un militante francés, que le hace
descubrir el amor y el sexo antes de abandonarla, la madre de la autora
vuelve, embarazada, a su pueblo, donde nació el hermanastro de Lydie,
que ella llamará André Malraux.
‘Pas pleurer’ sigue también los pasos de
Bernanos, decepcionado con la actitud del bando nacional, lo que le
lleva a escribir el panfleto antifranquista ‘Grands cimentières sous la
lune’ en el que critica al Ejército y a la iglesia católica por su
actitud bélica.
Salvayre, poco conocida por el público, toma
así el testigo como mujer ganadora del Goncourt a Marie N'Diaye que lo
logró en 2009.
Contra todo pronóstico superó a Foenkinos, uno
de los autores más leídos de Francia, que con ‘Charlotte’ presentó una
obra más profunda y reposada que el resto de sus obras.
También ganó al escritor, periodista y
militante argelino Kamel Daoud, que con su obra ‘Meursault,
contre-enquête’ optaba a convertirse en el primer escritor de su
nacionalidad en alzarse con el premio, 60 años después del inicio de la
guerra de independencia de ese país.
La cuarta finalista era Pauline Dreyfus, que
en ‘Ce sont des choses qui arrivent’ cuenta la Segunda Guerra Mundial
desde el punto de vista de la aristocracia.
Foenkinos se alzó con el Renaudot, una
recompensa de consolación para su relato de amor a Charlotte Salomon,
artista judía alemana asesinada en Auschwitz a los 26 años.