martes, 8 de abril de 2014

Viaje al interior de lo que mueven las artes escénicas

Durante cinco días y paralelo al Festival Iberoamericano de Teatro, Bogotá será la sede del congreso más importante de las artes escénicas a nivel mundial. El debate girará en torno a lo que la danza, la música y el teatro provocan en el público y su conexión con los conflictos sociales y políticos

Imagen del Festival Iberoamericano de Teatro que transcurre en Bogotá, Colombia./elpais.com

¿Qué contar de Colombia y de América Latina a los grandes gurús del movimiento de las artes escénicas a nivel mundial? ¿Algo que realmente identifique lo que pasa a este lado del planeta? Las preguntas se las hicieron hace más de dos años un grupo de gestores culturales que tenían el encargo de organizar, en Bogotá, el congreso de la International Society for the Performing Arts –ISPA– una red con más de 60 años a cuestas con sede en Nueva York, a la que pertenecen todos los grandes circuladores de agentes culturales de las artes escénicas.
Lo que viene sucediendo con la danza, la música y el teatro en Bogotá, como los numerosos festivales gratuitos que abarcan desde la música clásica, pasan por el hip hop y llegan al rock, fue una de las razones que entusiasmó a los miembros de ISPA, que tras un largo proceso le dieron a la capital colombiana el aval para convertirse por cinco días –desde el próximo 7 de abril y hasta el 12– en la capital de los gestores de las artes escénicas. Solo Ciudad de México y Sao Paulo han tenido ese privilegio en la región.
“A diferencia del Primer Mundo, lo que está pasando en América Latina es que hay una cantidad de contenidos y una gran vitalidad en las artes asociadas a otras cosas que no necesariamente tienen que ver con la excelencia artística. En el Primer Mundo se habla, con mayúsculas, de la compañía de danza, del superbailarín, pero no hay esa vinculación tan fuerte con la responsabilidad de las artes hacia lo social”, dice María Claudia Parias, directora de Fomento Regional del Ministerio de Cultura y exdirectora de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Parias ha estado durante todo el proceso de construcción de este congreso de la ISPA cuyo lema es precisamente lo que las artes mueven, algo que según explica, tiene que ver no solo con lo que las artes mueven en términos de la capacidad creativa, sino de lo que mueven en el fuero interno de las personas, en las comunidades, en una ciudad o en un país. “En el caso de América Latina es claro que para nosotros hay grandes transformaciones que se producen desde las artes”, añade.
De ahí que uno de los temas del congreso sea el de cambios sociales desde lo artístico, donde se mostrarán experiencias de compañías que han logrado una gran calidad artística, pero que nacieron como proyectos sociales. Un ejemplo es El Colegio del Cuerpo, compañía colombiana de danza contemporánea que dirige el bailarín Álvaro Restrepo y que durante 15 años ha formado gratuitamente a más de 8.000 niños y jóvenes de escasos recursos.
También se hablará sobre bordes y fronteras. Y no se trata solo de entender las artes desde lo está pasando en las fronteras, como la de México y Estados Unidos, sino también con aquello de romper ciertos códigos de las artes para crear nuevas propuestas. Ahí está Mapa Teatro, un laboratorio de artistas colombianos con sede en Bogotá, dedicado a la “creación transdisciplinar”, donde hay teatro, ópera, obras radiofónicas, instalaciones, video, intervenciones urbanas y acciones plásticas.
Entre ese grupo donde se hablará de fronteras también estará el singular compositor alemán Heiner Goebbel, autor de piezas radiofónicas y director de teatro célebre por su mezcla de estilos como la música clásica, el jazz y el rock. “No es importante lo que hacemos en el escenario, sino lo que creamos en el público”, dijo recientemente Goebbel en Chile donde presentó su obra Stifters Dinge, una instalación sonora y sin actores.
Otro de los temas del Congreso será las artes en resistencia y Colombia tiene varios ejemplos. Uno de ellos es la experiencia de la comunidad afrocolombiana de San Basilio de Palenque, ubicada al norte de la costa caribe. “Ellos se escapan de la esclavitud y forman un pueblo donde se inventan un idioma, un baile y una gastronomía, solo para preservar sus tradiciones desde la resistencia cultural”, cuenta la directora de Fomento Regional.
También estará el director del Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca de las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, en Bolivia, el sacerdote polaco Piotr Nawro. Este festival es un gran acontecimiento cultural que proviene del hallazgo de más de 5.000 partituras de música sacra escrita entre los siglos XVII y XVIII, lo cual convirtió a seis pueblos de Chiquitos en Patrimonio de la Humanidad. Es tal vez un buen ejemplo, casi único, del encuentro de culturas que han circulado en el mundo hispanoamericano y en donde los indígenas han preservado –y se han apropiado– una manera de tocar que es completamente europea.
“Se trata de contarles a los miembros de ISPA que para nosotros la cultura no solo es ir a oír la filarmónica de Los Ángeles, sino que hay una relación muy particular con nuestra historia y con nuestra comunidad”, dice María Claudia Parias.
Y el tema de la paz, que tanto anhelan los colombianos, también tendrá su espacio en este congreso mundial. Un video de 18 minutos del artista visual Juan Manuel Echavarría llamado Bocas de Ceniza, que es el lugar donde desemboca el río más importante de Colombia en el Atlántico, hablará de cómo desde el canto algunos sobrevivientes del conflicto armado se sobreponen al dolor. Lo que mueve el arte también mostrará las experiencias del Festival de Danza Materiales Diversos que se hace en Portugal no en las calles ni en los teatros, sino en las casas de la gente. Y la del grupo de vecinos Catalinas Sur de Argentina, una experiencia comunitaria que trabaja el teatro de barrio. La lista es larga.