A la vuelta del verano los sellos editoriales emplazarán a sus lectores a doble o nada
En
el peor momento de la historia reciente de la industria editorial,
otoño viene cargado de autores y títulos imprescindibles para vencerle
el pulso a la crisis que no cesa. Si la lluvia cala y los lectores
responden. Kundera, Marías, Pynchon, Gopegui, Murakami, Landero, Jaeggy,
Matute, Danielewski, Pérez Reverte, Saramago, Sergio del Molino... Y
Preston, Savater, Ball, Payne, Morán, Carr, Lanier, Sánchez Ron,
Verdú... Una pasarela literaria de lujo para hincharse a leer. Atiendan
“Era el
mes de junio, el sol asomaba entre las nubes y Alain pasaba lentamente
por una calle de París. Observaba a las jovencitas que, todas ellas,
enseñaban el ombligo entre el borde del panta lón de cintura baja y la
camiseta muy corta. Estaba arrobado; arrobado e incluso trastornado...”
Con el arrobo ombliguero de Alain arranca La fiesta de la insignificancia (Tusquets), la nueva novela de Milan Kundera (Brno, República Checa, 1929) después de nada menos que catorce años de silencio. El acontecimiento literario del próximo otoño aterrizará en librerías el 2 de septiembre en traducción de Beatriz de Moura y es una comedia sobre Stalin, entre otras muchas cosas, que, dicen, sirve de epílogo a toda su obra. Y qué épilogo, a tenor de las críticas. Cuando a principios de año apareció en Francia, Marc Fumaroli exclamaba en Le Figaro: “¡Qué libro! ¡Qué prosa llena de dobles sentidos, capaz de provocar que al lector se le haga un nudo en la garganta al tiempo que estalla en carcajadas”. Y Le Monde concluía: “Ligero como una pluma de perdiz o de ángel”.
Beatriz de Moura cuenta que el manuscrito de Kundera llegó a su mesa sorpresivamente a principios de año “como si quisiera celebrar el 45 aniversario de nuestro sello”. Y explica que “después de ver su obra completa encumbrada a los más altos honores académicos tras entrar en la mítica colección de La Pléiade de Gallimard, no me ha extrañado que Kundera se saliera por peteneras a sus 85 años con un libro que no por breve rebosa menos ideas iluminadas por un inteligentísimo sentido del humor. Envidio a quienes a partir de ahora podrán leer esta novela por primera vez”.
Con el arrobo ombliguero de Alain arranca La fiesta de la insignificancia (Tusquets), la nueva novela de Milan Kundera (Brno, República Checa, 1929) después de nada menos que catorce años de silencio. El acontecimiento literario del próximo otoño aterrizará en librerías el 2 de septiembre en traducción de Beatriz de Moura y es una comedia sobre Stalin, entre otras muchas cosas, que, dicen, sirve de epílogo a toda su obra. Y qué épilogo, a tenor de las críticas. Cuando a principios de año apareció en Francia, Marc Fumaroli exclamaba en Le Figaro: “¡Qué libro! ¡Qué prosa llena de dobles sentidos, capaz de provocar que al lector se le haga un nudo en la garganta al tiempo que estalla en carcajadas”. Y Le Monde concluía: “Ligero como una pluma de perdiz o de ángel”.
Beatriz de Moura cuenta que el manuscrito de Kundera llegó a su mesa sorpresivamente a principios de año “como si quisiera celebrar el 45 aniversario de nuestro sello”. Y explica que “después de ver su obra completa encumbrada a los más altos honores académicos tras entrar en la mítica colección de La Pléiade de Gallimard, no me ha extrañado que Kundera se saliera por peteneras a sus 85 años con un libro que no por breve rebosa menos ideas iluminadas por un inteligentísimo sentido del humor. Envidio a quienes a partir de ahora podrán leer esta novela por primera vez”.
El equipo extranjero
Kundera será la primera estrella literaria del equipo de ficción
extranjera la próxima temporada pero no la única. En septiembre Ken Follet cerrará su trilogía The Century con El umbral de la eternidad (Plaza & Janés) y la no menos superventas Katherine Pancol presentará Muchachas
(La Esfera), primera parte de la trilogía juvenil que ha arrasado en
Francia con un millón de ejemplares vendidos. También desde el país
vecino llegarán nuevas demostraciones del ingenio de Yasmina Reza y Emmanuel Carrère. La primera urde en Felices los felices
(Anagrama) una historia “desconcertante” y “feroz” -según la crítica
gala- sobre la pareja que es al tiempo “una gran novela de la desolación
humana” (Le Monde). Y de Carrère Anagrama recupera en español dos
títulos -El bigote y Una semana en la nieve- coincidiendo con la publicación en Francia de su última novela, Le royaumme.
Pero septiembre es un mes tentativo para la industria editorial. El aluvión de novedades se aparca hasta octubre. Alfaguara ofrecerá entonces el texto, más que inacabado “casi apenas comenzado”, de Alabardas, de José Saramago, una reflexión sobre la industria del armamento y el tráfico de armas con textos de Roberto Saviano y Fernando Gómez Aguilera e ilustraciones de Günter Grass; y la nueva obra de la prolífica Joyce Carol Oates: Carthage. Y habrá que estar atentos a lo último de Dave Eggers -una distopía anti-Google titulada El círculo (Random House)-; el autor por el que se desviven los modernos, Mark Danielewski -La espada de los cincuenta años (Alpha Decay / Pálido Fuego)-, ; la alemana Svenja Leiber -Los tres violines de Ruven Preuk (Malpaso), la historia de un violinista sinestésico-; o Darío Fo que, a sus 84 años, se estrena en la novela con Lucrecia, la hija del Papa (Siruela). Nos han soplado por cierto que El dedo en la boca, la novela de la suiza Fleur Jaeggy que publicará Alpha Decay el 15 de septiembre y protagoniza una joven que nunca deja de chuparse el pulgar es una auténtica joya.
Dos Tusquets de altura cerrarán octubre. En la más reciente novela del hombre sin rostro, Al límite (Tusquets), Thomas Pynchon nos sitúa en la Nueva York de los meses previos a los atentados del 11 de septiembre, en plena resaca del hundimiento de las puntocom. Al reseñar el libro en The New York Times, Jonatham Lethem alababa “la poesía de la paranoia del autor y su comprensión de los pasajes surrealistas en un ajuste perfecto”. Del 11 de septiembre al Tokio de los 90 que sufrió en su sistema metropolitano los atentados con gas sarín. Tal es el escenario de Underground, el artefacto narrativo -con entrevistas reales a las víctimas- con el que el sempiterno aspirante Haruki Murakami busca nuevos lectores.
Pero septiembre es un mes tentativo para la industria editorial. El aluvión de novedades se aparca hasta octubre. Alfaguara ofrecerá entonces el texto, más que inacabado “casi apenas comenzado”, de Alabardas, de José Saramago, una reflexión sobre la industria del armamento y el tráfico de armas con textos de Roberto Saviano y Fernando Gómez Aguilera e ilustraciones de Günter Grass; y la nueva obra de la prolífica Joyce Carol Oates: Carthage. Y habrá que estar atentos a lo último de Dave Eggers -una distopía anti-Google titulada El círculo (Random House)-; el autor por el que se desviven los modernos, Mark Danielewski -La espada de los cincuenta años (Alpha Decay / Pálido Fuego)-, ; la alemana Svenja Leiber -Los tres violines de Ruven Preuk (Malpaso), la historia de un violinista sinestésico-; o Darío Fo que, a sus 84 años, se estrena en la novela con Lucrecia, la hija del Papa (Siruela). Nos han soplado por cierto que El dedo en la boca, la novela de la suiza Fleur Jaeggy que publicará Alpha Decay el 15 de septiembre y protagoniza una joven que nunca deja de chuparse el pulgar es una auténtica joya.
Dos Tusquets de altura cerrarán octubre. En la más reciente novela del hombre sin rostro, Al límite (Tusquets), Thomas Pynchon nos sitúa en la Nueva York de los meses previos a los atentados del 11 de septiembre, en plena resaca del hundimiento de las puntocom. Al reseñar el libro en The New York Times, Jonatham Lethem alababa “la poesía de la paranoia del autor y su comprensión de los pasajes surrealistas en un ajuste perfecto”. Del 11 de septiembre al Tokio de los 90 que sufrió en su sistema metropolitano los atentados con gas sarín. Tal es el escenario de Underground, el artefacto narrativo -con entrevistas reales a las víctimas- con el que el sempiterno aspirante Haruki Murakami busca nuevos lectores.
La selección española
Javier Marías. Foto: Alberto di Lolli
En español los regresos más sonados son los del lujoso cuarteto ofensivo formado por Javier Marías, Luis Landero, Belén Gopegui y Juan Manuel de Prada. La nueva novela de Marías se anuncia para el 23 de septiembre aunque sus editores de Alfaguara confiesen que aún no les ha entregado Así empieza lo malo, y que sigue todavía “corrigiéndola”.“Creo que es el libro más sincero y emotivo que he escrito”. Al habla Luis Landero. El libro en cuestión llevará por título El balcón en invierno (Tusquets) y aunque no es una autobiografía al uso, “todo en él es verdad”. “Trato de entender cómo alguien como yo, hijo de campesinos semianalfabetos que no tocó un libro en su infancia, que vivía completamente descanonizado, logró de pronto la canonización literaria en 1969, al cumplir veintiún años”.
Cuando le pedimos a Gopegui una sinopsis de urgencia de El comité de la noche (Random House), disponible desde el 2 de octubre- nos contesta lo siguiente: “Dos mujeres en la treintena se ven involucradas en la lucha contra el tráfico y la compraventa de sangre, que es también la compraventa de la vida. La primera, Álex, escribe cómo y por qué llegó a formar parte del comité de la noche. La segunda, Carla, técnica en una empresa de hemoderivados situada en Bratislava, no ha buscado al comité por convicción sino necesitada de ayuda ante las presiones a que estaba sometida. Carla cuenta a un escribiente cómo llevaron a cabo la batalla para, entre ambos, ordenar la narración y dejar memoria de lo sucedido”.
Juan Manuel de Prada, que prosigue en Morir bajo tu cielo (Seix Barral) su romance con la novela histórica protagonizada por compatriotas, le pasó su libro recién terminado a Pere Gimferrer quien “terminó de leerla el otro día y me dijo que era ‘una mezcla de Joseph Conrad y John Ford'; y me pareció un elogio muy hermoso”. De Prada pone esta vez el telón de fondo en la pérdida de Filipinas y prueba a lograr una superposición de géneros, “una historia de largo aliento, coral y apasionada, protagonizada por hombres y mujeres heroicos, en contraste con la España de la Restauración, pululante de políticos corruptos y fariseos profesionales, que los sacrificó sin que le temblara el pulso. (Más o menos como nos sacrifican hoy, por cierto)”. Este año despedimos a Ana María Matute pero la escritora catalana nos dejó un regalo antes de partir con el título de Demonios familiares (Destino), se presentará en sociedad el 23 de ese mes y según su editor Emili Rosales es una historia de amor y traiciones “puro Matute” que arranca en 1936. A la vuelta de las vacaciones tomán puerta también Arturo Pérez-Reverte (Vida de perros, Alfaguara)-; Luis Mateo Díez -La soledad de los perdidos (Alfaguara)-; José María Merino -La trama oculta (Páginas de Espuma); Sergio del Molino -Lo que a nadie importe (Random House); y Andrés Barba -En presencia de un payaso (Anagrama).
Inéditos y resurrecciones
Pablo Neruda
Es cierto que no todos los inéditos de los grandes autores logran dar la talla pero este año las novedades parecen más que prometedoras. La más sonada la publicará Seix Barral en fecha aún por determinar y consiste en una veintena de poemas encontrados en unas cajas en Chile y que llevan la firma de Pablo Neruda. Son versos como estos: “Oscura es la noche del mundo sin ti amada mía, / y apenas diviso el origen, apenas comprendo el idioma, / con dificultades descifro las hojas de los eucaliptos”. Y habrá que andar al quite de la publicación en Galaxia Gutenberg de Palais de Justice, inédito de José Angel Valente que su autor describió como “una sucesión de actos de la memoria en la que lo vivido reaparece con el espesor de los sueños”.En el formato de lujo al que nos tiene acostumbrados Páginas de Espuma en sus reediciones de los grandes clásicos -con nuevas traducciones- verán la luz a finales de septiembre el segundo volumen de los Cuentos completos de Chejov, preparado por Paul Viejo, y el primero y único de los Cuentos completos de Balzac, en edición de Mauro Armiño. Y si a principios de este año podíamos gozar de la recopilación en un sólo volumen de los ensayos completos de George Orwell, en octubre se reunen todos los textos que escribió durante, y a propósito de, su participación en la contienda española: Escritor en guerra (Debate). El último resucitado, el gran Fernando Pessoa verá la compilación de sus novelas policíacas en Quaresma, descifrador (Acantilado).
El tercer centenario
El próximo 11 de septiembre coincide este año con el tercer centenario
de uno de los episodios decisivos de la Guerra de Sucesión, el fin de
sitio de Barcelona y la rendición incondicional de las tropas al
ejército de Felipe V. El aniversario supone la multiplicación de
novedades en una doble vertiente, la histórica y la condicionada por la
deriva nacionalista catalana. Así en el primer grupo destacan obras
como 1714. La monarquía borbónica y Cataluña (Cátedra), coordinada por Antonio Morales Moya; y Cataluña y el absolutismo borbónico. Historia y política, de Roberto Fernández (Crítica).
El aluvión de libros sobre el nacionalismo catalán no sólo no cesa sino que este otoño se duplica, con títulos como Los diez mitos del nacionalismo catalán, de Joaquín Leguina (Espasa); La cuestión catalana (Crítica), de Pere Ysas y Carme Molinero, o Cataluña y las demás Españas, de Santiago Muñoz (Crítica).
Y ya fuera del horizonte catalán que tanto determinará el último trimestre, habría que señalar en el calendario dos grandes apuestas de historia. La primera llevará por título El final de la guerra (en noviembre en Debate) y en ella Paul Preston peinará los últimos días de nuestra guerra civil. La segunda la han hilado a cuatro manos Stanley G. Payne y Jesús Palacios y se anuncia como “la biografía definitiva” de Franco (Espasa).
El aluvión de libros sobre el nacionalismo catalán no sólo no cesa sino que este otoño se duplica, con títulos como Los diez mitos del nacionalismo catalán, de Joaquín Leguina (Espasa); La cuestión catalana (Crítica), de Pere Ysas y Carme Molinero, o Cataluña y las demás Españas, de Santiago Muñoz (Crítica).
Y ya fuera del horizonte catalán que tanto determinará el último trimestre, habría que señalar en el calendario dos grandes apuestas de historia. La primera llevará por título El final de la guerra (en noviembre en Debate) y en ella Paul Preston peinará los últimos días de nuestra guerra civil. La segunda la han hilado a cuatro manos Stanley G. Payne y Jesús Palacios y se anuncia como “la biografía definitiva” de Franco (Espasa).
Cerebros y máquinas
Fernando Savater
Los cerebros privilegiados de intelectuales de bandera nos tentarán tras el verano. El incansable ateo Richard Dawkins relatará en Una curiosidad insaciable (Tusquets) la historia de cómo llegó a escribir El gen egoísta, título capital de la bibliografía científica. Fernando Savater dilucidará en ¡No te prives! Defensa de la ciudadanía (Ariel) el papel del ciudadano libre y responsable. Gregorio Morán esbozará en El cura y los mandarines (Crítica) un cuadro general de las relaciones entre la política y la cultura entre 1962 y 1996. Vicente Verdú aplicará el microscopio en Enseres domésticos (Anagrama) a las pequeñas cosas: el pan tostado, el papel higiénico, el pijama. Y podremos leer por fin en español el libro de economía más famoso de los tiempos recientes: El capital en el siglo XXI (FCC), del francés Thomas Pikkety.Y, contra los cerebros, las máquinas. Nicholas Carr, quien advirtió en Superficiales que la Red nos está volviendo tontos, golpea nuevamente con Atrapados. Cómo las máquinas se apoderan de nuestras vidas (Taurus), cuyo título resume con elocuencia el contenido. Libro que hará buena pareja con el último de Jaron Lanier, el hacker que radicalizará en Quién controla el futuro (Debate) su crítica innegociable a la banalidad y el totalitarismo informático en los tiempos del Twitter que inició en Contra el rebaño digital.