En la maleta de vacaciones los libros tienen que ser un imprescindible, un básico, algo a lo que ayudan muchas de las novedades que las editoriales se esfuerzan en lanzar en la época estival, con publicaciones refrescantes y entretenidas que contribuyen a pasar el tiempo de ocio
Ejemplo de esta tendencia en la literatura
infantil y juvenil es El verano que desaparecieron los trogloditas (algar). De la misma editorial y escrito por Care Santos llega El álbum
de Jumbo, uno de los aviones más grandes del mundo a punto de hacer su
primer vuelo, un reto que le tiene angustiado y que el ilustrador Joan
Subirana capta con impresionantes imágenes de este gigante del aire.
Pleamar, de la editorial Artime, es una de esas novelas juveniles que
deberían ser de obligada lectura en verano por su fascinante
descripción de la vida marina, al retratar las andanzas de Miles, un
joven apasionado del mar que pasa sus noches insomnes recorriendo las
playas de la bahía de Puget Sound, en el estado de Washington.
En
esta divertida novela juvenil, escrita por Jim Lynch, los movimientos
del mar y sus habitantes funcionan como metáfora de las relaciones entre
los personajes y el duro tránsito hacia la edad adulta, que su
protagonista está a punto de atravesar.
También al medio acuático
transporta al lector A mares, un cuento de María Jesús Jabato y Rocío
Martínez, de la colección Orihuela de Kalandraka, que supone una
singladura poética por los paisajes y los personajes del mar a través de
versos dulces salpicados de agua salada.
La casa de verano (sm), de Alfredo Gómez Cerdá, se centra en los sueños de Carlos
y Tomás de ser escritores y en la prematura muerte de uno de ellos, una
herida que tardará en cerrarse y con la que su autor hace hincapié en
la importancia de la amistad y el recuerdo a lo largo de toda la vida.
Para
los más pequeños, Las vacaciones de Peca y Lino o Los colores del
verano, de Paz González de la Torre y Ana Guillén, son buenas opciones
de lectura vacacional también de sm, una editorial que también publica
este verano Somos auténticos, en el que sus cuatro protagonistas ven
como cambia su aburrido veraneo tras grabar el vídeo Muérete de asco,
que se convertirá en viral en Internet.
También de material
estival se nutre Veraneo en Santibal, de Mercedes Neuschäufer-Carlón e
ilustrado por Daniel Cruz, un libro en el que se demuestra que las
situaciones difíciles, como el paro laboral en el que se encuentra el
padre de Marta y, como consecuencia, la ausencia de vacaciones para la
familia, se pueden superar con fantasía.
Para los adolescentes y
fanáticos del género paranormal llega Tu nombre después de la lluvia,
de Victoria Álvarez, un libro de intriga que traslada al lector hasta
las increíbles tierras irlandesas y sus leyendas.
Mientras las
princesas duermen (Lumen) es una reconstrucción de La bella durmiente
escrita por la estadounidense Elizabeth Blackwell, y adaptada totalmente
a los valores de la sociedad actual.
Perillan, de Terry Pratchett,
es una novela para jóvenes y adultos en la que se enlazan
acontecimientos históricos y elementos fantásticos para sacar a la luz
una original historia de intriga en la que se rinde homenaje a la obra
de Charles Dickens a través de Perillan, un joven que sobrevive buscando
objetos de valor en los suburbios del Londres victoriano.
En la línea de la literatura gótica, Montena publica Noche oscura en París,
primera parte de una saga de Page Morgan, que se sitúa en la capital
francesa de principios del siglo XX con una historia de intriga y
desapariciones.
También para el público joven se sitúa El teorema
Katherine, de John Green, en el que su protagonista viajará hasta un
pueblecito de Tennessee para averiguar un teorema que explique la "maldición" de todas sus exparejas, las Katherine.
Para
una franja de edad menor, El tren de Vilso, de la colección Ala Delta
de Edelvives, se adentra en la revolución que la desaparición de la
línea de tren que atraviesa el pueblo de Tadeo, Vilabasalvaso, supondrá
para todos sus habitantes. Un libro que invita a reflexionar sobre la
apacible vida rural, lejos de las grandes ciudades, a la que en verano
se suele volver para desconectar