El Popol Vuh, libro sagrado de los quichés, tiene una nueva versión en japonés, la cual fue publicada por el Fondo de Cultura Económica y contiene ilustraciones del artista mexicano Diego Rivera
Esta edición especial, que se presentó
ayer en la Embajada de México en Japón, es una traducción de Eikichi
Hayashiya, exembajador de Japón en España, quien trabajó en el proyecto a
partir de la década de 1950.
Esta edición tan especial, que se
presentó hoy en la Embajada de México en Japón, cuenta con la traducción
de Eikichi Hayashiya, exembajador de Japón en España, que lleva inmerso en el proyecto desde los años 50.
Al
acto, organizado junto a la Embajada de Guatemala y con el apoyo de la
Guatemala Maya Kyoukai (Asociación de amigos de la cultura maya de
Guatemala), asistieron el príncipe Akishino, hermano del heredero, y su
esposa, la princesa Kiko, quienes viajarán a ambos países a finales de
septiembre.
Será la editorial mexicana Fondo de
Cultura Económica
la encargada de publicar esta volumen del libro sagrado de la etnia maya
quiché, que incluye las acuarelas que Diego Rivera (Guanajuato, México,
1886 - Ciudad de México, 1957) hizo inspirado en el texto.
Esta
nueva publicación es un "homenaje" a Hayashiya, quien tomó contacto con
el texto a través de la traducción de Adrián Resinos, "una de las
mejores que se han hecho del quiché al castellano", explicó a Efe el
agregado cultural de la Embajada de México en Japón, Alejandro Basáñez.
Hayashiya
es el artífice de las tres diferentes traducciones del "Popol Vuh" que
han pisado territorio nipón: una publicada en 1961 con introducción de Yukio Mishima;
otra, en la que se incluían la obra de Rivera, comercializada en 1971; y
una edición de bolsillo que todavía hoy puede adquirirse, pero impresa
en blanco y negro.
El aporte de esta revisión, gestada durante
tanto tiempo por la "complejidad" de "compaginar" la parte japonesa con
la castellana y la necesidad de conseguir todos los permisos necesarios
para su publicación, es el bilingüismo, que "puede" servir como
"instrumento de estudio" al poder comparar los dos idiomas, opina
Basáñez.
La inclusión de las
ilustraciones de Rivera, reproducidas especialmente para la obra a
partir de las acuarelas que expone el Museo Casa Diego Rivera de
Guanajuato (México), es otra de las novedades de la edición.
"La
publicación de un libro de esta naturaleza en Japón muestra la
importancia que tiene el rescatar las lenguas nativas en otros países.
El encanto de una cultura, de un país, es lo más profundo de sus raíces,
su tradición", dice el diplomático mexicano.
Para Basañez, el "Popol Vuh" tiene
"puntos en común" con el "Kojiki", el libro histórico más antiguo que se
conserva sobre la historia
de Japón, y cierta "similitud" con el sintoísmo, una de las religiones
nativas de Japón "donde los dioses son los animales, los árboles, las
montañas o las cosas, no un dios unitario".
La primera parte del "Popol Vuh" refleja una versión mitológica de la creación del mundo,
seguida por el relato de las aventuras de los dioses gemelos Hunahpú y
Xbalanqué, cuyo triunfo sobre las fuerzas primordiales y los dioses de
la muerte dieron lugar a la creación del hombre a partir del maíz.
En
la segunda parte del texto habla sobre los orígenes de los linajes
gobernantes del reino quiché, su migración hacia el altiplano de
Guatemala, su conquista del territorio, el establecimiento de su ciudad
principal y la historia de sus reyes hasta la conquista española.
Obra de Diego Rivera en la que los seres mitológicos Tepew y Gukumatz conversan durante la creación del Universo. Es un pasaje del Popol Vuh.
Pintura representa a los mensajeros de Xibalbá, antes del juego de pelota.
La cabeza de Hunahpú fructifica en un árbol.
OTRAS EDICIONES
La versión más divulgada es la de Adrián Recinos.
El escritor Luis Enrique Sam Colop tradujo una versión poética.