Para celebrar los cien años de su nacimiento, diferente expertos analizaron en Lisboa la obra del escritor argentino Julio Cortázar, de la que coincidieron en destacar su carácter inmortal
Julio Cortázar, autor argentino de Rayuela, sigue de homenaje en homenaje por su inmortalidad./lainformacion.com |
La mexicana Dulce María Zúñiga, directora de la cátedra Julio Cortázar en la Universidad de Guadalajara;
el especialista español Carles Álvarez Garriga, coeditor del libro
"Córtazar de la A a la Z"; y el reputado poeta portugués Nuno Júdice
fueron los ponentes reunidos en la capital lusa.
El literato,
galardonado con el Premio Reina Sofía en 2013, se declaró admirador del
escritor argentino, sobre todo por sus descripciones sobre la cultura
francesa en el siglo XX contada a través de esa "población no francesa
que vivía en París".
También
ensalzó el valor de sus cuentos, cuyo estilo se asemejan la fotografía.
"Se queda con los detalles de la realidad y les da una gran intensidad y
fuerza poética", explicó Júdice, quien destacó de Cortázar también su
"gran dominio de la palabra".
En su opinión, si el argentino no es
un autor más conocido en su país se debe a que "el lector común tiene
alguna dificultad en convivir con ese estilo tan literario que no le es
familiar", a pesar de que incidió en que las cosas que cuenta son
comprensibles.
Zúñiga, por su parte, recordó las "muchas
conferencias" que se celebran cada año sobre Cortázar, lo que transmite
la idea de que sigue vivo a través de sus libros.
"Su obra
continúa siendo muy estudiada", recalcó la directora de la cátedra que
recibe el nombre del escritor, cuya obra es objeto de tanta atención
"por los ingredientes humorísticos y el sentido de fábula que da a sus
cuentos".
Álvarez Garriga insistió
en ese interés que cien años después de su nacimiento -y treinta de su
muerte- despierta Cortázar, y como prueba de ello aseguró que es
contactado "frecuentemente" por especialistas de todo el mundo, sobre todo estudiantes de doctorado de Europa.
"Recibo correspondencia de Brasil, Italia
y Francia sobre todo", explicó el editor, quien recordó también que su
tumba, situada en el cementerio parisino de Montparnasse, es todavía hoy
lugar de peregrinación y recibe desde cartas hasta flores, cigarros o
botellas de vino.
El acto fue organizado por la Casa de
América Latina, la embajada de Argentina en Portugal y la Fundación José
Saramago, a las que se sumó la Biblioteca Nacional lusa, que además
prestó sus instalaciones.
A
modo de introducción, la viuda de Saramago, la periodista Pilar del
Río, y el actor portugués Jose Rui Martins recitaron pequeños fragmentos
de "Rayuela", acompañados en escena por Luisa Vieira, encargada de
ambientar con su voz el espacio entre la intervención de uno y otro.