El artista brasileño se ha destacado en múltiples escenarios intelectuales. Ha sido novelista, poeta, compositor y dramaturgo
Chico Buarque de Hollanda cumple 70 años de construcción./elespectador.com |
Antonio Carlos Jobim ha sido la máxima guía de Chico Buarque de
Hollanda. De él aprendió a llevar la música a un terreno íntimo pero
también conoció el camino para establecer un diálogo profundo entre las
armonías y los contenidos de tipo social. Obras inspiradas a partir del
amor, algunas gestadas desde la desilusión y otras más motivadas por la
desigualdad se encargan de caracterizar la propuesta artística de este
personaje nacido en Río de Janeiro, Brasil, el 19 de junio de 1944.
Se
le conoce en el ámbito de las manifestaciones latinoamericanas como
Chico, pero su verdadero nombre es Francisco Buarque de Hollanda. Su
padre, un reconocido historiador y sociólogo, le inculcó desde la cuna
la reciprocidad que debe existir entre el poder adquisitivo de la
familia y su responsabilidad social. Jamás tuvo problemas económicos y
por eso retribuyó la riqueza y las comodidades del hogar con la
aplicación de estudios en las artes.
El interés primario de
Buarque fue la guitarra y cada vez se sintonizó más con la rítmica de la
bossa nova, se dejó llevar por las creaciones de Joao Gilberto, otro de
sus grandes maestros, y se deleitó con las propuestas sonoras de
Antonio Carlos Jobim. Luego, arribó a su vida la literatura y a partir
de ese instante comenzó a construir su nombre como cantautor, esa
extraña palabra que reúne en un solo saber dos actividades complejas
dentro del ejercicio musical.
Su cada vez mayor actividad política
contra la dictadura militar de Brasil le valió ser arrestado a finales
de la década del 60, lo que motivó su exilio en Italia por varios meses.
Buarque regresó a su país en los 70 y empleó su fama y habilidad para
escribir canciones como protesta, a veces sutil y otras de manera
manifiesta, contra el régimen. En aquella época su sencillo titulado ‘A
pesar de você’ pasó desapercibido ante los oídos de los militares pero
en cambio sí logró calar en la mente de los menos favorecidos y pronto
se convirtió en un himno para el movimiento de la Nueva Canción. Después
de vender 100.000 copias, el sencillo fue finalmente censurado y todas
las copias fueron retiradas del mercado. A pesar de la censura,
canciones como ‘Samba de Orlý’ (1970), ‘Acorda amor’ (1974) y ‘Vai
passar’ (1983) continuaron consolidando la trayectoria del cantautor.
Desde
hace varias décadas, Chico Buarque de Hollanda alterna su carrera
musical con ejercicios intelectuales complementarios como la dramaturgia
y la literatura. Sus dos publicaciones editoriales más recientes,
‘Budapeste’ (2005) y ‘Leite derramado’ (2009) han sido traducidas a
varios idiomas y han obtenido reconocimientos internacionales.
Álbumes
suyos como ‘Umas e outras’ (1969), ‘Construção’ (1971), ‘Quando o
carnaval chegar (1972) siguen sustentando el desarrollo de la música en
Brasil. Chico Buarque de Hollanda cumple 70 años y ahora más que nunca
está empeñado en continuar siendo el vínculo entre la armonía y la
radiografía social.