Su figura se explica por la combinación de su instinto por la fantasía y la oscuridad de los años de posguerra. Ganó el Premio Cervantes de 2011. Su carrera arrancó en la estela de Carmen Laforet y alzó el vuelo hasta convertirse en la gran voz de la novela fantástica en España, después de atravesar dos décadas de depresión y silencio
Ana María Matute, autora española de la fantasía de postguerra, ha fallecido dejando una obra prolífica.Lainformacion.com,elmundo.es |
Ana María Matute Ausejo (Barcelona, 1925.2014), ganadora de
casi todos los premios nacionales de letras y literatura -entre ellos
el Premio Cervantes, el Planeta y el Nacional de Literatura-, destacó
por narrar la posguerra española desde el punto de vista de los niños y
por ser la tercera mujer en ingresar en la Real Academia Española (RAE)
en sus 300 años de historia
Niña precoz, Matute escribió su primera novela con 17 años, 'Pequeño teatro', con la que ganó el III Premio Planeta en 1954.
Solía
decir que la niñez, lejos de ser una etapa, era un mundo completo en sí
misma, y la mirada infantil de los "niños asombrados" que presencian
las desgracias de la Guerra Civil en muchas de sus obras es realista y
cargada de emociones.
Dada a escribir trilogías, la más famosa fue
'Los mercaderes', integrada por 'Primera memoria', 'Los soldados lloran
de noche' y 'La trampa', y dominada por la Guerra Civil y su sociedad
materialista; en conjunto su treintena de obras se ha traducido a 23
idiomas.
Además de la Guerra Civil, la Edad Media fue un tema
obsesivo para Matute: 'La torre vigía' se considera la primera obra en
la que Matute cambia la ambientación de posguerra por la de lo medieval,
algo que mantuvo en 'Olvidado Rey Gudú' (1997) y 'Aranmanoth' (2000),
sus libros más recientes y con los que rompió un largo silencio
literario.
En cambio su última novela, 'Paraíso inhabitado' (2008)
retoma la temática infantil, desvinculada ya de los horrores de la
guerra pero marcada por la falta de amor entre sus padres, por lo que la
protagonista se refugia en un mundo interior lleno de amigos
imaginarios.
LA VIDA EN SU OBRA
En
casi todas las obras de Matute se puede entrever alguna pincelada de su
vida, no sólo en las que se ambientan en la Guerra Civil: a principios
de los años 60 escribió 'Historias de la Artamilla', 'A mitad del
camino' y 'El río', libros autobiográficos en los que rememora la niñez y
la ruralidad e Mansilla de la Sierra, pueblo riojano donde vivió con sus abuelos un tiempo tras padecer una grave enfermedad.
Ana María fue la segunda de cinco hijos de una familia catalana de la pequeña burguesía, muy religiosa.
El
padre poseía una fábrica de paraguas y viajaba a menudo por Europa; en
sus relatos pudo haberse inspirado la imaginativa hija, que empezó
escribiendo cuentos que ella misma ilustraba.
Y cuentos escribió ya en firme tras el nacimiento de su hijo Juan Pablo
en 1954, fruto de su matrimonio con el escritor Ramón Eugenio de
Goicoechea (del que se separó en 1963), que desencadenó la obra infantil
de la autora, cuentos dedicados en su mayoría a su hijo.
PREMIOS
A
las puertas estuvo de ganar el Nobel de Literatura cuando fue candidata
en 1976; sin embargo, Matute acaparó multitud de premios, casi todos
los nacionales concedidos a las letras y la literatura.
En 1959
consiguió el Premio Nacional de Literatura con 'Los hijos muertos'
-novela premiada también con el de la Crítica de 1958-- y el Premio
Nadal con 'Primera memoria', del que ya había quedado semifinalista en
1949 con 'Luciérnagas' -la censura le impidió publicarla--.
En
1984 fue Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por 'Sólo un
pie descalzo', en 2006 recibió el Premio Terenci Moix, en 2007 Premio
Nacional de las Letras Españolas y el 2010 el Premio Cervantes, últimos
galardones que obtuvo en vida.
Otros galardones que también
recogió fueron el Café Gijón en 1952 con 'Fiesta al Noroeste', el Premio
Festenrath de la RAE en 1962 con 'Los soldados lloran de noche' y el
Premio Lazarillo de literatura infantil en 1965 por 'El polizón de
Ulises'.