El vértigo de un escritor al folio en blanco es solo
comparable a la aventura de conseguir que una editorial se interese por
el manuscrito final. A las habituales negativas se suma la tan
mencionada crisis que ha alcanzado de lleno al sector cultural. Pero
como suele decirse “cuando una puerta se cierra, se abre una ventana”. Y
en este caso la ventana son las nuevas tecnologías que ofrecen la
posibilidad de llegar al público antes incluso de publicar un libro.
La autopublicación es una fórmula reciente que se apoya en las nuevas
plataformas digitales y que da una oportunidad a los nuevos talentos
para llegar a los lectores. Y es que los 90.802 libros publicados en
2014 no sitúan al sector editorial español en la posición privilegiada
que ocupaba antes de la crisis. Pero la irrupción de las editoriales
independientes en las redes sociales y el deseo de los autores de
controlar el proceso de edición de sus obras, ha provocado lo que se
conoce como “edición híbrida”, a través de la cual cada vez son más las
editoriales que de una u otra manera apuestan por los autores
autopublicados.
Raúl Pérez es uno de los escritores que ha apostado por
esta fórmula y espera la publicación de su segundo libro para el próximo
otoño. El primero fue hace ya 10 años de la manera tradicional: una
pequeña editorial de Barcelona se fijó en él y lo publicó en la ciudad
condal en formato de papel. Pero desde entonces todo han sido negativas,
“cuando estaba a punto de rendirme surgió esta oportunidad”. Y esa
oportunidad era Entreescritores, una plataforma digital que promociona y difunde libros para conseguir lectores y editoriales interesadas en publicarlos.
Colgar ‘El Secreto de Carla’ en esta página ha permitido al escritor
catalán llegar, primero a una comunidad de lectores que durante un año
ha valorado este trabajo, y en segundo lugar a la editorial Seebook que
ha decidido publicarla en formato digital tras su buena acogida en
España y Latinoamérica. “De la manera tradicional cuando publicas haces
una presentación y entonces los lectores opinan, pero esas opiniones
llegan casi siempre de familiares y amigos. De esta manera he recibido
comentarios de gente que no había visto en mi vida, y es una experiencia
que te enriquece”, comenta.
La autopublicación es una herramienta para
que las pequeñas editoriales puedan encontrar nuevos talentos y tengan
la oportunidad de difundir su fondo de edición
Esa interacción entre el escritor y los lectores es uno
de los objetivos de la plataforma, “se trata de aprovechar el poder de
internet para llegar al público”, explica Idoia Soto, CEO de
entreescritores. Además es también una herramienta para que las pequeñas
editoriales puedan encontrar nuevos talentos y tengan la oportunidad de
difundir su fondo de edición.
Un nexo entre editoriales y autores independientes
Entreescritores lleva tres años ejerciendo de nexo entre editoriales y
autores independientes para implicar a los lectores en el proceso de
filtrado de obras. Los usuarios pueden descargar 'ebooks' inéditos de
forma gratuita gracias a un sistema que premia a los lectores más
activos con un karma de lector, algo que ha hecho de la plataforma
donostiarra una interesante red social de lectura donde los escritores
pueden poner a prueba sus libros antes de acudir a las editoriales.
Según datos del Ministerio de Cultura, en 2014 se editaron un total de
22.361 títulos en digital, de manera que los ‘ebook’ representan el
22,3% del total de la producción, un dato que no siempre las editoriales
tienen en cuenta.
“Aunque las editoriales están
preocupadas por el descenso de las ventas, no han tenido un cambio de
mentalidad”, dice Soto, que defiende la autopublicación porque permite a
los autores seguir el proceso de edición de su obra. “Los autores son
los mejores directores de comunicación de su libro. Están los que van a
Amazon porque su único objetivo es vender, pero también están los que su
principal objetivo es que se les lea, y ahí la autopublicación es una
gran herramienta”.
Rubén Pérez también lo tiene claro: “Tanto esfuerzo para
que luego no llegue a nadie, quema un poco”, por eso ha decidido sacar
su libro del cajón y apostar por las nuevas tecnologías. “Hay que ser
realistas y los libros digitales son una buena oportunidad de llegar a
los lectores, si me lo hubieran dicho hace 10 años igual no me habrían
convencido, pero ahora me he vuelto a ilusionar”, dice y añade
convencido, “ yo creo que después de esto no dejaré nunca de escribir”.