La capital checa, ciudad natal del escritor, aprovecha el filón con rutas turísticas, rock, cómics y teatro
El puente de Carlos en Praga./ Gyi. |
Vista de Praga con el río Moldava atravesando la ciudad / Gustavo Monge./lavanguardia.com |
El 90 aniversario de la muerte de Franz Kafka, que se cumple este martes, día 3 de junio, está siendo aprovechado por Praga,
su ciudad natal, para homenajear por todo lo alto al escritor, mediante
exposiciones, reinterpretaciones de sus escritos y conciertos.
Franz Kafka (Praga, 1883 - Klosterneuburg, Austria, 1924), autor de El Castillo y El Proceso,
es uno de los iconos de Praga, y su rostro aparece plasmado en placas y
monumentos y es un reclamo turístico y para las tiendas de souvenirs.
Dentro de los actos de homenaje que se prolongarán las próximas semanas, el teatro Svandovo ha preparado una adaptación de La Metamorfosis donde el relato se desarrolla entre las butacas y el escenario, y que pretende sondear las relaciones familiares del público.
La compañía Sektor pro hosty ha preparado Franz kafKABARET,
un montaje interactivo y en inglés en el que el público afrontará
cuestiones existenciales para ayudar a los actores a resolver su
neurosis. Inspirados en obras más y menos conocidas del escritor, así
como en su correspondencia amorosa, los actores del teatro Sklep
propondrán por su parte una nueva lectura de Kafka, esta vez llena de
energía y lejos del triste visionario de los problemas existenciales de
la humanidad.
La banda de rock Kafka Band interpretará en el Teatro Archa la banda sonora compuesta para El Proceso,
una novela inacabada de la que se ha hecho una adaptación para
cómics. Esos cómics se pueden ver en el Ayuntamiento de la Plaza Vieja,
dentro de una muestra titulada El Proceso, original y metamorfosis, en la que se expondrá el manuscrito original de la obra, de cuya redacción se cumple ahora el centenario.
La
marca Kafka es un imán turístico y ha dado alas a un museo monográfico
situado en la Isla de Kampa, que emula dos iniciativas anteriores
dedicadas a escritores célebres, el James Joyce Museum de Dublín y A
Casa Fernando Pessoa, en Lisboa.
El
Museo K se ha convertido, desde su nacimiento en 2005, en un referente
para el visitante que busca cultura, y sus 60.000 visitas al año son
"algo inusual para una muestra literaria", según declaró a Efe su
directora, Hana Lastovicková. "Es una muestra totalmente internacional,
con siete lenguas, a las que se han incorporado recientemente el
japonés, el coreano y el chino, tras detectarse gran interés de Asia",
añadió la directora.
Esta iniciativa, que consta también de
librería y en la que participa el Centro de Cultura Contemporánea de
Barcelona, versa sobre la vida y obras del genial prosista.
La Metamorfosis
es el libro más popular en la lista de ventas, explicó Lastovickova,
cuya muestra pretende encender el interés sobre Kafka "sin estudios muy
profundos y sí con muchos vídeos".
Los hitos praguenses en la
vida de Kafka son para cada vez más turistas una verdadera hoja de ruta
al llegar a la capital checa. No en vano, Praga fue el marco literario
del autor, y sobre ella dejó constancia minuciosa, aunque sin nombrarla
apenas.
Sucede cuando se leen pasajes de El Proceso y se
visitan los juzgados del Distrito I, en la plaza de la Fruta y se
comprueba con qué detalle describía esos laberintos de oficinas y salas
de audiencias.
Su nacimiento en la periferia del barrio judío,
colindante con la plaza Vieja, en una plazoleta que lleva su nombre, su
asistencia a la escuela secundaria en el Palacio de los Kinski o su
actividad como actuario de seguros en un edificio de la calle Na Porici,
forman parte de ese recorrido por la Praga de Kafka.
Se
cuenta también que fue testigo de escritor la parte alta del castillo,
donde su hermana Ottla tenía una pequeña casa en la Zlatá Ulice (calle
Dorada), adonde Kafka iba supuestamente a evadirse del mundanal ruido de
la ciudad. También se puede visitar su tumba en el sencillo panteón del
cementerio judío de Vinohrady.