Hoy se cumplen 90 años de la muerte de Franz Kafka y 100 años del comienzo de la escritura de una de sus obras clave, El Proceso. El doble aniversario es celebrado con sendas exposiciones: una sobre esta novela clásica de Kafka y otra sobre cuatro adaptaciones de sus novelas al formato cómic. Además habrá un rico programa de acompañamiento
Franz Kafka, autor checo de La metamorfosis./radiocz |
El escritor checo mundialmente más conocido no escribía en checo, sino en
alemán. Franz Kafka, a pesar de su breve vida creativa, transformó la
literatura del siglo XX a través de obras tan influyentes como La
Metamorfosis, El Castillo o América, introduciendo con un
estilo sobrio y parco las angustias y desesperanzas de la modernidad.
Los personajes kafkianos, oprimidos por la burocracia, la
despersonalización y lo absurdo del sistema, dejaron una marca indeleble
en escritores de diversos estilos, nacionalidades y generaciones, desde
Gabriel García Márquez a Haruki Murakami. No es de extrañar que el
alcance de Kafka haya trascendido el formato novelesco. Además de
películas, la obra de Kafka ha sido adaptada además al cómic.
Con motivo del 90 aniversario de la muerte del escritor, la Sociedad Franz
Kafka y el Instituto Goethe de Praha han organizado la exposición ‘K:
Kafka en el Cómic’ (‘K: Kafka v komiksu’), que muestra tres novelas
gráficas guionizadas por David Zane Mairowitz: la biografía ‘Kafka’,
dibujada nada menos que por el genio del underground Robert Crumb, la
adaptación al formato cómic de ‘El Proceso’, a cargo de la francesa
Chantal Montellier, y una visión personal de ‘El Castillo’, dibujada
por el checo Jaromír 99, conocido sobre todo por su trabajo en ‘Alois
Nebel’.
Para Jakob Racek, del Instituto Goethe, las tres novelas gráficas
comparten unos interesantes puntos en común.
“Son todos en blanco y negro. Es un aspecto formal que comparten los
cuatro autores. Son cuatro formas de comprender a Kafka de manera un poco
diferente, y también de mostrarlo o interpretarlo. A través de la novela
gráfica es más fácil llegar al nivel asociativo e inspirativo de Kafka.
Vemos la ciudad, que siempre es en las obras de Kafka bastante importante,
vemos Praga, vemos los interiores donde se mueven sus personajes, espacios
oscuros, estrechos. Vemos también los personajes, desde el artista
hambriento hasta el juez, o los alter egos de Kafka”.
Esta plasticidad hace que el público se encuentre además con facetas de
Kafka que posiblemente le hayan pasado inadvertidas, prosigue Racek.
“En las novelas gráficas se consigue una aproximación a Kafka que
permite sentir el humor de sus obras, algo que no siempre es visible cuando
uno lee a Kafka en forma de novela, en el original. En las novelas
gráficas se ve mucho mejor”.
Mairowitz señala de hecho que la mejor tradición del humor judío
impregna las novelas y relatos de Kafka, algo que se ve claramente por
ejemplo en el personaje del artista hambriento, que muere de hambre delante
de su público.
Kafka murió en 1924 de tuberculosis, dejando inconclusa una obra que
había comenzado precisamente diez años antes, ‘El Proceso’. A esta
influyente novela está dedicada la exposición ‘El Proceso: el Original
y la Metamorfosis’ (‘Proces: originál a proměna’), que devuelve a
Praga por un tiempo dos páginas del manuscrito original, como explica
Racek.
“Nos alegramos mucho de haber conseguido traer aquí a Praga la primera
y la última página del manuscrito. Es difícil tener acceso a él, ya que
es muy frágil, y de hecho no se muestran muy a menudo al público. Pero lo
conseguimos gracias a nuestros colegas del Archivo Literario de Marbach.
Para actualizar la obra pedimos a varios expertos, autores y artistas que
escribieran para nosotros un comentario a algún pasaje del manuscrito, que
eligieran una parte que les llamara la atención”.
Entre las personalidades y artistas que pusieron su granito de arena
destacan por ejemplo la fiscal general del Estado, Lenka Bradáčová, el
pintor y fotógrafo Jiří David, el escultor Jaroslav Róna o el
compositor Jiří Kadeřábek, que creó para la ocasión una pieza a
partir de las palabras que Kafka tachó en su manuscrito.
Antes de morir, Kafka entregó los cuadernos que contenían ‘El
Proceso’ a su amigo Max Brod, con la promesa de que los quemara.
Afortunadamente para nosotros, Brod decidió salvar la obra, que acabó
siendo publicada en 1925.
Inconclusa, sin editar, la novela no presenta un orden concreto y los
diferentes capítulos y escenas son perfectamente intercambiables. Esta
indefinición da al libro un sabor especial, y los organizadores han
decidido repetarla.
“En la exposición habrá facsímiles de todas las páginas del
manuscrito, es decir, que estará la obra completa. Pero no están en
ningún orden. La gente podrá ir a la exposición y elegir por sí misma
cómo leer la obra, si comenzar por el primer cuaderno, por el tercero, el
cuarto o lo que prefieran”, comentó Jakob Racek.
La celebración de estos dos aniversarios no se reduce a las exposiciones
comentadas, sino que varios eventos se encargarán de satisfacer a los
apasionados de Kafka de diferentes maneras.
“Decidimos que hubiera cine, y vamos a proyectar dos películas, una
basada en ‘El Castillo’ y otra en los fragmentos de ‘América’.
También tenemos una conferencia sobre Max Brod y su influencia en la
literatura checa, y también una actuación de Kafka Band, un joven grupo
musical bastante grande, donde actúan muchos artistas y músicos, uno de
ellos Jaromír 99, es decir, Jaromír Švejdík, uno de los autores que
aparecen en la exposición de cómics. Tocarán el dos de junio en el
teatro Archa”, indicó Racek.
En el programa encontramos también el cabaret de entreguerras Franz
KafKABARET, que se representará del 29 de mayo al 2 de junio en la
Sociedad Franz Kafka y la obra de teatro ‘Escribe, Kafka, Escribe’
(‘Piš, Kafka, piš’), que se representará en La Fabrika el 3 de
junio. Las exposiciones permanecerán en el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja
de Praga hasta el 30 de junio.