miércoles, 1 de julio de 2015

¿Quién es Pablo Montoya?

Hay que decirlo : el ganador del Premio de Novela Rómulo Gallegos es un escritor con futuro
Pablo Montoya, autor colombiano, de Tríptico de la infamia./eltiempo.com

 Antes de que el escritor Eduardo García Aguilar publicara en su columna dominical en La Patria, de Manizales, una nota sobre el ganador del premio Rómulo Gallegos titulada '¿Oh, quién es Pablo Montoya?', también yo tenía en la mente la idea de escribir un artículo con el mismo nombre sobre el autor galardonado.
Como el autor de 'Tierra de leones' le antepuso al título de su artículo la exclamación "¡Oh!", puedo utilizar el mismo nombre para esta columna. García Aguilar centró su texto en la reacción que pudo despertar en los círculos intelectuales de Bogotá que un escritor de provincia resultara ganador de semejante premio. Yo voy a hablar sobre la trayectoria literaria de Pablo Montoya para aclarar que no es ningún aparecido en la literatura colombiana.
Pablo Montoya es un escritor con disciplina intelectual. Su trabajo literario muestra a un autor consciente de la necesidad que tiene el novelista de hurgar en el pasado histórico para, dándole contextura ideológica a los personajes, estructurar una obra donde la calidad narrativa sea el gancho que despierte el interés del lector. Escribir sin descanso todos los días, al mismo ritmo en que avanza en la investigación de los hechos que quiere novelar, es meterse de cabeza en el análisis ponderado de la realidad histórica. El resultado de estar inmerso en una biblioteca durante horas y horas, cotejando datos, investigando, informándose sobre el pensamiento de los personajes, son libros donde se enseña el pasado histórico sin distorsiones interesadas.
'Tríptico de una infamia' no es el producto de un escritor que apenas está experimentando en la novela. La habilidad narrativa que en esta obra se descubre nos enseña a un autor con madurez intelectual, que trabaja el lenguaje con la paciencia de un relojero, sacando de las canteras del idioma los términos precisos para describir una época. Los tres pintores que cobran vida en la novela, Jacques Lemoine, Francois Dubois y Théodore de Bry, fueron testigos de los horrores que, en nombre de la religión, se vivieron en Europa en el siglo XVI. Los mismos horrores que se vivieron en América después de la conquista con los tribunales del Santo Oficio. Pablo Montoya pinta con palabras esa realidad, en una novela que hurga en los excesos de esa época.
¿Quién es, entonces, Pablo Montoya? Hay que decirlo con claridad: un escritor con futuro.
Nacido en Barrancabermeja en 1963, desde niño se interesó en la lectura. Ya como estudiante de bachillerato se convenció de que su proyecto de vida estaba en la escritura. Y a este oficio dedicó sus energías. Tanto, que después de realizar estudios de música en la Escuela Superior de Música de Tunja, ingresó a la Universidad Santo Tomás de Aquino, en Bogotá, para estudiar Filosofía y Letras. Una vez graduado viajó a París. Y en la Universidad de La Nueva Sorbona hizo un doctorado en estudios hispánicos y latinoamericanos. Esos diez años en que vivió en París los aprovechó para conocer la literatura francesa. Además para investigar el tema de 'Tríptico de una infamia'.
El escritor colombiano que obtuvo el Premio de Novela Rómulo Gallegos es, además de un excelente narrador, un lúcido ensayista. Conozco de él cuatro ensayos literarios de largo aliento, donde se revela un estudioso de la novelística de todos los tiempos: 'La novela colombiana actual: canon, marketing y periodismo'; '¿Quién es Maqroll el Gaviero', 'Vigencia de Madame Bovary' y 'Novela histórica en Colombia, 1988-2008: entre la pompa y el fracaso'.
En estos textos se revela un autor formado en lecturas profundas, que tiene una concepción clara sobre lo que es el arte de novelar, conocedor de todas las literaturas. Valores que ratifica en el libro 'Un Robinson cercano, diez ensayos sobre literatura francesa del siglo XX'.
Pablo Montoya ha insistido en la novela histórica. Uno de sus primeros libros, 'Lejos de Roma', narra los últimos años de vida de Publio Ovidio Nasón. Alguien escribió que este es un libro “que podría asumirse como un largo poema en prosa sobre el exilio”. De hecho, fue escrito durante sus años en París, cuando lo agobiada la nostalgia de la patria. Todo lo anterior demuestra que aunque el nombre de Pablo Montoya no es bastante conocido, su trayectoria literaria si ha sido grande. Sobre todo porque es un autor que maneja con facilidad varios géneros, poesía, prosa, crítica, cuento, novela y ensayo, donde ha demostrado un bagaje intelectual de mucho peso. El Premio Rómulo Gallegos se convierte en una ventana que lo hará conocer en muchos países.
José Miguel Alzate