Markus Dohle, alemán, de 45 años, es uno de los editores más poderosos del mundo. Está desde 2013 al frente de Penguin Random House,
el grupo editorial que hace un año compró Alfaguara y las restantes
editoriales generales de Santillana (Grupo Prisa). Esa adquisición le
dio una importante presencia en la lengua española, en América y en
España. Su grupo es el primero en Latinoamérica (incluido Brasil) y el
segundo en España, después de Planeta. Y es el primero en todo el mundo
donde está representado.
Dohle pertenece a Bertelsmann,
la matriz de este imperio, desde 1994. A los 39 años ya era consejero
delegado de Random House. Entre los datos de su experiencia está el de
haber trabajado con el matrimonio Mohn, los fundadores de Bertelsmann,
con quienes se pasó 14 años en Gütersloh (Alemania), la sede natural del
grupo editorial. “Siempre dirigieron la empresa de una forma muy
social, enfocada a las personas”. Le enseñaron que “si aciertas con tu
gente aciertas con todo el mundo... Es un concepto humilde y modesto,
pero tiene que ver con una cierta cultura del liderazgo”. El liderazgo
es servicio: “las empresas están hechas para las personas y no las
personas para las empresas”.
Habla tras largas pausas en las que se concentra como si escribiera
en su mente las respuestas. Tiene un poder extraordinario en el mundo
editorial, que viene de las sucesivas fusiones que ha desarrollado
Bertelsmann: Random House, Mondadori, Penguin, Santillana Ediciones
Generales, Objetiva, Companhia das Letras en Brasil....
Queremos mejorar la experiencia de leer en nuestra sociedad para
generaciones venideras. Nos importan mucho los libros y la lectura de
textos largos y su relevancia en nuestra sociedad"
¿Qué quiere hacer usted con ese poder?
Tenemos un propósito claro y compartido.
La idea que hay detrás es hacer, con éxito, la transición del negocio de
la publicación de libros del siglo XXI y la era digital. Nuestro
propósito se basa en nuestro compromiso con la preservación de voces que
hay en nuestra sociedad, con darles la plataforma y la audiencia que
merecen. Queremos mejorar la experiencia de leer en nuestra sociedad
para generaciones venideras. Nos importan mucho los libros y la lectura
de textos largos y su relevancia en nuestra sociedad. Esa es la idea que
hay detrás de Penguin Random House. Creemos que dedicándonos juntos a
la consecución de este propósito compartido, como logro lateral y
consecuencia lógica, tendremos éxito. Los editores siempre han
gestionado la creatividad y maximizado la audiencia de sus autores. Y
eso no ha cambiado, sigue siendo el servicio fundamental que
proporcionamos a nuestra industria. Siempre estamos mejorando nuestra
oferta de servicios para crear un futuro vital y viable para los libros y
la lectura.
¿Y no existe el peligro de que se diluyan las sensibilidades literarias de tantos sellos en un conglomerado tan amplio?
Lo que hicimos en el mundo de habla inglesa, con
Penguin y Random House, y en el mundo de habla hispana, con Random House
Mondadori y Alfaguara Santillana, fue unir dos comunidades de pequeñas
editoriales y convertirlas en una sola comunidad de editoriales
pequeñas. Esa es la esencia de lo que hemos conseguido y la razón por la
que siempre he dicho que en realidad no ha pasado gran cosa, que tal
vez sea la fusión más aburrida de la historia de los medios y de la
creatividad. El corazón y el alma de nuestra compañía es nuestra
comunidad de 250 sellos. Son los hogares creativos de los autores y de
los editores. En estos hogares descubrimos y alimentamos el talento.
Complementamos esos 250 hogares de autores, creativa y empresarialmente
independientes, con el poderío, el tamaño, las posibilidades, la
innovación y las capacidades de inversión de un actor global. Nuestro
objetivo es encontrar esa síntesis entre ser pequeños y estar orientados
a la creatividad con ser grandes y estar orientados al mercado en este
mundo globalizado.
¿Y cree que los autores han recibido ese mensaje? ¿En una empresa tan grande serán tratados como individuos?
Los informes que recibimos de nuestra comunidad
de autores y de agentes han sido abrumadoramente positivos. Los dos han
entendido este mensaje desde los primeros días de la fusión y saben que
serán tratados tan individualmente como lo han sido en el pasado. Se dan
cuenta de que ahora tienen una oportunidad aún mayor de llegar a
audiencias locales y globales como parte de Penguin Random House.
Usted es un alto ejecutivo pero habla como si tuviera una misión espiritual...
Bueno, es la combinación de tener un propósito
compartido que encuentra eco en nuestros empleados y en las comunidades
de autores y agentes y en las de libreros, junto con la excelencia en la
ejecución. Hemos seguido publicando nuestros libros, incluso durante el
proceso de fusión, con excelencia y creatividad. Y por eso tenemos el
apoyo de nuestrtos colegas y de nuestros aliados externos. Al final se
trata de que confían en nosotros, porque saben que queremos acertar con
los libros y con la lectura para generaciones futuras.
Creo que con todos nuestros sellos podemos hacer una labor aún mejor
preservando la diversidad de voces y haciendo la transición del negocio
de la publicación de libros hacia el siglo XXI y la era digital".
¿Y ya está completado el tamaño de la empresa? ¿No van a crecer más?
Para nosotros nunca ha sido una cuestión de
tamaño, y es que además la edición no es una cuestión de tamaño, porque
en Penguin Random House Grupo Editorial [así se llama en España]
seguimos teniendo una sensación de empresa pequeña, nuestro impulso
viene de los sellos editoriales; ese es el corazón y el alma de nuestra
empresa. Creo que como Penguin y Random House juntos, y como Random
House Mondadori y Alfaguara-Santillana juntos, somos más fuertes y
podemos hacer una labor aún mejor preservando la diversidad de voces y
haciendo la transición del negocio de la publicación de libros hacia el
siglo XXI y la era digital.
¿Cómo se combina su optimismo con el hecho de que la palabra crisis esté asociada al mundo editorial?
Creo que en España hemos atravesado una fase muy
particular. La mayor parte de los mercados del libro europeos son
relativamente estables. El mercado estadounidense ha permanecido muy
estable a lo largo de los últimos años. En muchos de nuestros
territorios hemos encontrado ya una buena coexistencia entre el libro
impreso y el libro digital. En España, con la crisis económica y
financiera, las cosas han estado dificíles. El mercado del libro ha
menguado en los últimos años. Siempre hemos creído en que al final
España se recuperaría económicamente. Creemos que ya hemos tocado fondo y
empezamos a ver señales otra vez de crecimiento en el mercado del
libro. Nuestra creencia en que este mercado se recuperaría es lo que nos
motivó a invertir en la publicación de libros tanto en España como en
América Latina.
¿Así que la crisis del libro, impreso o digital, es por la
crisis económica y no porque haya dejado de ser un activo cultural?
Comparado con otras categorías mediáticas, el
negocio del libro ha demostrado ser bastante estable a lo largo de esta
transformación digital. También nos motiva el hecho de que muchos de los
fenómenos editoriales de las últimas dos décadas son libros para niños o
para adolescentes. Es importante hacer una distinción entre mercados
maduros y mercados emergentes. Si hacemos un balance entre los dos,
vivimos en un entorno bastante estable en general.
Vemos muchos indicadores económicos de que España va en la buena
dirección. La publicidad aumenta. Los libros van un poquito por detrás
en ese ciclo, pero por primera vez hemos visto crecimiento"
¿Esa recuperación que ve en la recuperación del libro en España no es más esperanza que realidad?
En justicia hay que decir que la reducción y el
deterioro de los últimos años ha resultado sorprendente para la
industria y para aquellos a quienes nos importan de verdad los libros...
Vemos muchos indicadores económicos de que España va en la buena
dirección. La publicidad aumenta. Los libros van un poquito por detrás
en ese ciclo, pero por primera vez hemos visto crecimiento, trimestre a
trimestre, y también lo estamos viendo desde el punto de vista de los
encargos y de la excitacíón en las comunidades de libreros por los
títulos de nuestros catálogos de novedades.
La discusión hace ocho años era que desaparecería el libro de papel. ¿Coexistirá con el electrónico?
Siempre hemos creído que el libro impreso será
siempre un segmento grande e importante de nuestro negocio, aunque el
digital lo sea cada vez más. Y la relación entre el impreso y el digital
es una suma, son los dos, no es una cuestión de uno u otro. Nunca
creímos que el libro impreso fuera a morir, ni que el digital coparía el
mercado. Pero nos subimos al carro del digital desde el principio y
durante el auge del libro electrónico, cuando el libro impreso estaba
bajo presión, seguimos invirtiendo en él, porque siempre hemos creído
que incluso dentro de cien años una gran parte de nuestro negocio será
físico. Y ahora estamos viendo que las tasas de crecimiento del libro
digital están moderándose un poco en el mundo de habla inglesa, de forma
que nuestra previsión de invertir en mejorar ambos formatos nos ha
colocado en una posición muy buena. En los mercados donde operamos habrá
una coexistencia entre el libro impreso y el libro digital.
En España hay un grave problema de piratería, que ha detenido el crecimiento del libro digital...
Para nosotros es extremadamente importante hacer
crecer este mercado de contenido de alta calidad y crear un mercado de
pago y luchar contra la piratería. Necesitamos el apoyo de los
reguladores y del Gobierno para hacer esto. Es importante hacer que sea
fácil, cómodo y razonable desde el punto de vista del precio comprar
libros electrónicos. Y tenemos que hacer que sea muy difícil e incómodo
robar contenidos de libros.
Ya que son protagonistas del libro en español, ¿por qué no añaden alguna palabra española a Penguin Random House?
(Risas). Es interesante. ¡Veremos!