viernes, 1 de noviembre de 2013

Ciencia ficción y homofobia

El juego de Ender es la adaptación de la novela homónima. Su autor, Scott Card, es conocido por su extremismo antigay

Autor gringo, mormón y homofóbico./elpais.com
De nueve preguntas Orson Scott Card (Richland, 1951) contesta a seis. Las primeras seis, las que van de su libro El juego de Ender (Ediciones B) y de la adaptación cinematográfica que llega la semana próxima a España. Pero el autor no es conocido solo por sus premiadas novelas de ciencia-ficción. Sus declaraciones tremendamente moderadas —“Las bodas entre homosexuales suponen el fin de la democracia en Estados Unidos”, por citar un ejemplo— y su fe mormona también han contribuido a su fama. Hasta el punto de que, según The Hollywood Reporter, la distribuidora del filme le ha acabado apartando de la promoción por miedo a que su presencia trajera más daños que beneficios.
Card no lo confirma o, más bien, la respuesta se queda en blanco en el correo electrónico que envía de vuelta. Tampoco es posible recibir una argumentación sobre su certeza de que “la homosexualidad es una enfermedad mental” o saber por qué en un ensayo imaginó un futuro donde Obama “actúa como un dictador al estilo de Hitler o Stalin”. Por estas y otras razones, algunos colectivos que defienden los derechos de los gais han animado a boicotear el estreno de El juego de Ender. Y el dibujante Christopher Sprouse rechazó colaborar en un cómic de Superman cuyo guion estaba escrito por Card.
Así que solo queda hablar de El juego de Ender, una novela del 1985 que llega ahora al cine: “Es esencialmente infilmable. Se mete constantemente en la cabeza de los personajes, algo que las películas no hacen muy bien. Así que tardé mucho en hacer que funcionara para un medio visual”. De hecho, el propio Card escribió varios guiones sobre la historia del joven Ender, talento predestinado a salvar a la humanidad en su guerra contra los aliens. Sin embargo, finalmente el director Gavin Hood se quedó con su propio guion.
Aunque al escritor no parece preocuparle mucho: “Nunca me esperé que la adaptación fuera fiel a cada aspecto de la novela. El filme es una versión aventurera, ajustada, bien actuada y bien editada de El juego de Ender”.