Estudio revela que las lecturas de este género potencian la capacidad de identificar las emociones y los pensamientos ajenos
Las personas que leen ficción literaria se vuelven más sensibles respecto a los sentimientos de los demás./elespectador.com, agencia SINC |
Cuando en 2012 la escritora Louise Erdrich obtuvo el premio nacional
de literatura de EE.UU., por su novela The Round House, no sabía que su
obra estaba contribuyendo a incrementar las habilidades sociales de sus
seguidores. Este y otros títulos novelísticos han servido a dos
investigadores del Nuevo Centro de Investigación Social de Nueva York
para concluir que las lecturas de ficción ayudan a las personas a
identificar mejor las emociones ajenas.
“Hemos utilizado
diferentes tipos de textos”, indicó a la agencia de noticias Sinc David
Comer Kidd, uno de los autores del estudio. “Seleccionamos extractos de
los primeros capítulos de algunos libros que fueron finalistas de los
premios nacionales de novela o bestsellers en Amazon, y algunas
historias cortas de la colección de ganadores del Premio O. Henry en
2012”, añadió.
Los expertos hicieron tres pruebas basadas en la
teoría de la mente (TdM), que refleja la capacidad de un individuo de
percibir las emociones y los pensamientos de los demás.
El modelo
tiene dos componentes: una parte cognitiva y otra emocional. “La TdM
cognitiva se refiere a nuestra habilidad para reconocer lo que otra
gente piensa y cree acerca del mundo que la rodea”, explicó Comer. La
afectiva, por su parte, se refiere al nivel de percepción y apreciación
de los sentimientos de los demás.
Los resultados de las pruebas
demostraron que una simple lectura corta de ficción literaria lleva a un
incremento inmediato en los resultados de las pruebas de la TdM. “Este
efecto fue igual de palpable en las personas que ya estaban
familiarizadas con este tipo de textos y en aquellas que no solían
leerlos”, señaló el investigador para Sinc.
Los investigadores
realizaron tres experimentos para determinar la magnitud de las
habilidades sociales de los participantes. Uno de ellos fue el test de
los ojos de Baron-Cohen, que consiste en pedir a los sujetos que
describan las emociones de una persona cuya mirada aparece en una
fotografía. El segundo, similar, fue la prueba de reconocimiento de
expresiones. Y por último utilizaron el test de Yoni, el cual mide la
capacidad deductiva del participante respecto a los pensamientos y
sentimientos de otras personas.
Según los autores, las personas
que leen ficción literaria “calibran los sentimientos” de los demás con
mayor precisión en comparación con los que prefieren otro tipo de
géneros o con los que no leen nada en absoluto.
“La ficción supone
un desafío para las convicciones de los lectores y los fuerza a
descifrar las mentes de los personajes. Eso los hace más sensibles”,
sostuvo David Comer.
El estudio, publicado recientemente en la
revista Science, recalca el valor de la literatura para las sociedades y
la necesidad de dar prioridad a las artes y las humanidades en las
escuelas.
“Vivimos rodeados de ficción: libros, televisión y
películas, pero sabemos muy poco acerca de cómo nos afecta
psicológicamente”, destacó Comer. Para los investigadores, este tipo de
estudios revelan el papel de la lectura en la construcción de sociedades
más solidarias y tolerantes.