La caída del muro de Berlín ha terminado por formar un subgénero literario, en el que han partido desde Günter Grass a Lutz Seiler
Un turista pasea a lo largo de los restos conservados del muro de Berlín junto al río Spree./ Markus Schreiber/lavanguardia.com |
La caída del muro de Berlín, hace ahora 25 años, y la reunificación
alemana han sido abordadas por tantas novelas -desde Es cuento largo de Günter Grass hasta Kruso de Lutz Seiler- que han
terminado por formar un subgénero literario
Ese subgénero no se limita estrictamente al proceso de la reunificación, impulsado el 9 de noviembre de 1989 con la caída del muro, sino que esas novelas son una especie de necrología de la RDA.
Ese subgénero no se limita estrictamente al proceso de la reunificación, impulsado el 9 de noviembre de 1989 con la caída del muro, sino que esas novelas son una especie de necrología de la RDA.
Algunas están escritas en clave
satírica, como "Héroes como nosotros" (1995) o "Avenida del Sol" de
Thomas Brussig, y otras en tono algo elegíaco, como "En tiempos de la
luz menguante" (2013) de Eugen Ruge, quien no lamenta la desaparición de
la RDA, pero sí todos los esfuerzos y los sueños que se perdieron en
ese experimento fallido.
Otras, como es el caso de las dos novelas
de Ingo Schulze que abordan el tema -"Nuevas vidas" (2005) y "Adam y
Evelyn" (2008)- se concentran en las dificultades que tienen algunos
personajes para reencontrarse consigo mismos en una nueva realidad.
En
todo caso, las novelas coinciden en el intento de construir una especie
de contradiscurso al oficial de la reunificación, relativizando el
júbilo de 1989 y 1990.
Ese deseo es especialmente claro en Grass,
cuya novela apareció en momentos en que en el este del país la euforia
había dado paso a cierta desilusión debido al aumento del desempleo y a
lo que muchos sentían como una pérdida de identidad.
En el momento
de su aparición "Es cuento largo" fue un escándalo político y hubo
incluso quienes acusaron a Grass de idealizar la RDA, de disculpar las
prácticas criminales de la temida Stasi y hasta de incitar a la
violencia contra el nuevo orden político.
La dimensión política
de la novela hizo que en parte se perdieran de vista aspectos meramente
literarios, como el que toda la novela esté montada en torno a una
parodia sobre un personaje que se cree la resurrección del novelista
decimonónico Theodor Fontane.
De todos modos, el libro de Grass
inauguró el subgénero que luego sería seguido por otros desde
perspectivas no tan claramente políticas.
Diez años después de "Es
cuento largo", Schulze publicaría "Nuevas vidas", una obra epistolar
que fue considerada por la crítica como "la novela sobre la
reunificación tanto tiempo esperada".
"Nuevas vidas", como
posteriormente "Adam y Evelyn", es en parte una crónica de la
desilusión. El paraíso con el que se soñaba, el oeste, es presentado
como un paraíso perdido, en la medida en que ya no se puede soñar y se
ha confundido con los problemas de la realidad.
Schulze, escritor nacido en Dresde,
considerado por muchos como el novelista por excelencia de la
reunificación y publicado en España por Destino, ha dicho sin embargo
que la verdadera novela sobre ese proceso histórico debería ser escrita
por alguien del oeste, que mostrará como ha cambiado la antigua
República Federal de Alemania desde 1989.
Ese libro imaginado por
Schulze, que debería ilustrar el desmantelamiento del estado de
bienestar tras la desaparición de la amenaza comunista, no ha sido
escrita todavía.
En cambio, si ha habido novelas que rememoran
prácticamente toda la historia de la RDA, como "En tiempos de la luz
menguante", de Rüge, centrada en los sueños y las decepciones de una
familia comunista alemana que sigue fiel al régimen, pese a que uno de
sus hijos fue víctima de las purgas estalinistas, de lo que nunca se
habla.
Uno de los personajes centrales, un historiador, solo se
atreve a ajustar cuentas con el régimen después de la desaparición de la
RDA.
Uwe Tellkamp, por su parte, narra en "La torre" (2012) -una
novela de más de mil páginas publicada en España por Anagrama- la
historia de una familia de Dresde que, en los últimos doce años de la
RDA, vive en una especie de exilio interior.
"Kruso", de Lutz
Seiler, que acaba de ganar el premio a la mejor novela alemana del año,
es el último ejemplo destacado del subgénero. El tema central allí es la
búsqueda de la libertad y la idea de esa libertad un poco al margen de
la represión concreta que se vivía en el régimen comunista.
Allí,
sin embargo, la búsqueda individual del personaje central, que se
refugia en una isla justo en 1989, termina contrastándose con la
sensación de liberación colectiva que hubo con la caída del muro el 9 de
noviembre de ese año.